La desconocida historia de Felicette, la única gata que viajó al espacio y volvió con vida
La gata Felicette pasó de vivir en las calles de París a ser enviada al espacio exterior en un insólito viaje. A diferencia de Laika, la primera perra que viajó en un cohete, la felina regresó con vida, pero fue olvidada y pocos conocen su historia.
Felicette pasó de vivir en las calles de París a viajar en el interior de un cohete hacia el espacio. La gata fue seleccionada de entre 14 felinos —hace 60 años— para un viaje impensable que la llevó a sobrevolar la tierra a 157 kilómetros de altura y a convertirse en la primera minina en realizar este viaje.
Laika, la primera perra enviada al espacio en 1957, se volvió mundialmente famosa, pero no fue el único animal en realizarlo: el 18 de octubre de 1963, Felicette despegaba desde la base francesa de Colomb-Béchar, tras pasar extenuantes entrenamientos similares a los de los astronautas que la expuso a grandes fuerzas de aceleración.
“Gracias por participar en mi éxito”: tarjeta de agradecimiento con una foto de Félicette. Foto: El País
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Felicette, la única gata que ha viajado al espacio y regresó viva
Felicette era una gata callejera que fue encontrada por un vendedor de mascotas y adquirida por el Gobierno de Francia. En los años 60, los franceses se estrenaban en los viajes espaciales, luego de la antigua Unión Soviética y Estados Unidos.
El experimento buscaba analizar los efectos de la falta de gravedad en los seres vivos y tuvo un mejor final en el caso de Felicette, a comparación de Laika, que falleció por el sobrecalentamiento de su nave horas después del lanzamiento.
La felina de esta historia, en cambio, regresó a la Tierra con vida luego de salir despedida del cohete en una cápsula con un paracaídas.
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La felina fue seleccionada por su caracter manso y porque era la única que no tenía sobrepeso. Felicette permaneció durante 5 minutos en el espacio y se convirtió en el primer y único gato en viajar al espacio. Días después, lanzaron un segundo cohete con otro gato que lamentablemente murió durante el despegue.
Francia había creado la tercera agencia espacial del mundo y el viaje de Felicete le permitió competir con la Unión Soviética, que envió a Laika, y Estados Unidos, que mandó a su chimpancé Ham.
