Mundo

Antony Blinken rebaja tensión con China en viaje por el que pocos apostaban

Estados Unidos. El secretario de Estado, Antony Blinken, sorprendió a los más pesimistas y rompió el hielo con Pekín.

Con el pensamiento guía. Blinken logró reunirse 30 minutos con el líder chino Xi Jinping. Foto: EFE
Con el pensamiento guía. Blinken logró reunirse 30 minutos con el líder chino Xi Jinping. Foto: EFE

Lorena Cantó, EFE.

El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, logró durante su visita de dos días a China rebajar las tensiones a pesar de que los expertos eran pesimistas sobre los resultados del viaje debido al extremo deterioro de las relaciones entre las dos potencias.

La estancia de Blinken en Pekín culminó este lunes con una reunión con el presidente chino, Xi Jinping, un encuentro de una media hora que no estaba en la agenda oficial del jefe de la diplomacia estadounidense y que transmite una señal conciliadora por parte de Pekín.

Xi dijo a Blinken al comienzo de su cita que las interacciones entre Estados “deben basarse siempre en el respeto mutuo y la sinceridad” y subrayó su “esperanza” de que la visita del representante estadounidense implique “hacer contribuciones positivas para estabilizar las relaciones” bilaterales.

La amenaza de China contra Taiwán es constante. Foto: difusión.

La amenaza de China contra Taiwán es constante. Foto: difusión.

El tema Taiwán

El domingo, el secretario de Estado se vio con el ministro chino de Exteriores, Qin Gang, con quien estuvo reunido más horas de lo previsto y luego cenó; en tanto, este lunes la cita fue con el máximo responsable de la diplomacia china, Wang Yi, jefe de la Comisión de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China (PCCh).

El hasta hace poco ministro chino de Exteriores resaltó en especial la cuestión de Taiwán, uno de los principales puntos de fricción entre los dos países y pidió a Blinken que Washington “respete la soberanía e integridad territorial de China” y que “se oponga a la independencia de Taiwán”.

Wang le dijo, asimismo, que “la causa fundamental del declive de las relaciones entre China y EE.UU. es que la parte estadounidense tiene una percepción errónea de China, lo que conduce a una política equivocada”, y pidió a Washington que trabaje con Pekín para “gestionar las diferencias y evitar accidentes estratégicos”.

Blinken evaluó el viaje como “un paso positivo” en el objetivo de gestionar “de forma responsable” la relación bilateral, aunque “ni mucho menos” ha solucionado de golpe los problemas y desacuerdos entre las dos potencias.

“Estaba claro que la relación se encontraba en un punto de inestabilidad y ambas partes reconocíamos que había que estabilizarla”, señaló. Blinken consideró cumplidos “todos los objetivos del viaje”, que eran “establecer canales directos de comunicación, abordar temas de preocupación y explorar la cooperación en temas de interés mutuo”, entre los que citó el clima, la estabilidad económica global y la lucha contra el tráfico de fentanilo.

La clave

Buena onda. La visita de Antony Blinken supone la de mayor rango de un responsable estadounidense a China desde que el presidente norteamericano, Joe Biden, comenzó su mandato en 2021.