Monja y sacerdote dejaron los hábitos tras conocerse y después se enamoraron: “Me encantó”
Él se preparaba para ser cura y ella era monja de un convento; sin embargo, ambos tomaron la decisión de dejar la vida laica. En el camino se reencontraron y comenzaron una relación sentimental.
La relación entre Tomás Cam y Massiel Pereyra, una pareja que reside en Perú, ha trascendido fronteras por su peculiar forma en la que se conocieron. Tras esto, el destino de sus vidas cambió por completo. Él era sacerdote y ella era monja.
Esta historia ha provocado que ambos se conviertan en un fenómeno de las redes sociales. En octubre del 2022, Tomás publicó un video desde su cuenta de TikTok en el que respondía por qué él y su pareja no se habían encontrado antes.
Mira el video:
Tomás se preparaba para ser padre; sin embargo, la vida le tenía preparado otro camino. “Yo salí del seminario después de siete años. Ella salió después de seis años en el convento”, contó. Ambos se conocieron mientras estudiaban teología, pero, en ese entonces, no formaron una amistad.
“Recuerdo haber hablado máximo, no sé, tres veces con ella en todos esos años. Realmente yo estaba súper enfocado en lo mío”, añadió.
Massiel Pereyra dejó el convento y regresó a la vida laica. Por su parte, Tomás abandonó el sacerdocio y los hábitos un año después que ella. Tiempo después, la pareja se contactó por redes sociales y comenzó una relación sentimental.
Tomás Cam duró 7 años en el seminario y Massiel Pereyra llevaba 6 años en un convento. Foto: captura de TikTok tomascamr
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“Todo realmente empezó cuando comenzamos a hablar. ¿No sé si alguna vez han visto esas películas donde la persona habla y la otra no la escucha, sino que simplemente la contempla? Así me pasó a mí. Me encantó. Y simplemente quise seguir escuchándola”, dijo en sus redes sociales.
Actualmente, llevan varios meses de relación y comparten su amor a través de las redes sociales.
Les desean lo mejor en su relación
Después de compartir su vivencia, los usuarios en las redes sociales respondieron de una manera muy positiva y les desearon felicidad, debido a que al final sus vidas se unieron de una manera inesperada.
"Eso me hace pensar que Dios es quien pone en nuestra vida a las personas indicadas para andar el camino juntos", "Dios los unió, no pierdan sus valores y fe, gracias a él están juntos, ámense mucho", "Qué bonita historia", "Ahora sí confirmo que...Los tiempos de Dios son perfectos. Excelente historia", "Definitivamente, una de las historias más bonitas e inesperadas con las que me he encontrado", fueron algunos de los comentarios en las redes sociales.
Tomás Cam duró 7 años en el seminario y Massiel Pereyra llevaba 6 años en un convento. Foto: @tomascamr
Otras uniones inesperadas
Sacerdote y monja dejaron los hábitos por amor: “No quería una vida sin ella”
Otro caso muy parecido a Tomás y Massiel se registró en Argentina. Se trata de Mercedes Tarragona y Daniel Genovessi, quienes tenían 22 y 26 años respectivamente, cuando se conocieron en una parroquia de la comunidad de Santa Fe.
Ella era hermana de la congregación de Mercedarias del Niño Jesús y él era un cura católico de la comunidad Venado Tuerto. Ambos se enamoraron y decidieron renunciar a sus cargos religiosos, pues su relación no podía pasar por las reglas de la Iglesia. "No quería una vida sin ella. Entonces fue tomar la decisión de emprender un camino juntos. Y fue rápido", relató el hombre al diario La Nación.
Mercedes y Daniel se conocieron cuando formaron parte de la Iglesia católica. Foto: La Nación
La historia de la monja con 24 años de servicio que se enamoró de un fraile
La monja Mary Elizabeth y el fraile Robert son los protagonistas de una interesante historia de amor en Inglaterra, Reino Unido. Para ella todo era inexplicable e increíble. Solo habían pasado 24 años desde que se convirtió en monja cuando el religioso, proveniente del convento Carmelita de Oxford, visitó el salón del ubicado en Preston, en Lancashire, para cambiarlo todo.
En ese lugar, se cruzaron y rozaron por primera vez. Ambos sintieron algo: “Una química allí, algo, y estaba un poco avergonzada. Y pensé, Dios, él también sintió eso. Y cuando lo dejé salir por la puerta, fue bastante incómodo”, confesó la monja.