Temblor de magnitud 4,8 se reportó esta tarde en Lima
Mundo

Último debate antes de las elecciones de Brasil: acusaciones y agravios entre Lula y Bolsonaro

Lula da Silva y Jair Bolsonaro intercambiaron acusaciones e intentaron llegar a los electores indecisos con importantes temas, como la economía y el aborto.

"Probablemente, el balotaje entre Lula y Bolsonaro se convierta en las elecciones más polarizadas en América Latina”, subrayó el politólogo Alonso Cárdenas. Foto: composición de Jazmin Ceras/La República/AFP
"Probablemente, el balotaje entre Lula y Bolsonaro se convierta en las elecciones más polarizadas en América Latina”, subrayó el politólogo Alonso Cárdenas. Foto: composición de Jazmin Ceras/La República/AFP

Por: Carlos Fabal y Marcelo Silva de Sousa

“Mentira”. “Pare de mentir, ¿tendré que exorcizarlo para que pare de mentir?”. Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva intercambiaron acusaciones e intentaron llegar a los electores indecisos este viernes con temas importantes, como la economía y el aborto, en el último debate a dos días del balotaje brasileño.

El presidente y el exmandatario se acusaron mutuamente sin descanso, empantanando la discusión en el último cruce televisivo, en el que ambos buscaron seducir al electorado más vulnerable.

“Lula, usted sabe que todo el sistema está contra mí (...), pare de mentir”, dijo el ultraderechista, quien se mantuvo hablando fuera de su atril, vestido con traje, corbata azul. “¿Tendré que exorcizarlo para que pare de mentir?”, agregó.

Lula, con corbata roja, aseguró que “los brasileños saben quién es el mentiroso” y atacó la gestión de su rival.

“Durante cuatro años, este señor (Bolsonaro) gobernó el país y no dio ningún aumento real de salario, esa es la verdad”, espetó Lula después de que el mandatario prometiera que reajustará el salario mínimo de los vigentes 1.212 reales (229 dólares) a 1.400 reales (265 dólares).

Lula, de 77 años, acusó también a Bolsonaro de “aislar a Brasil del mundo” durante su Gobierno: “Brasil está más aislada que Cuba. Los cubanos tienen relación con casi toda América del Sur. Usted no tiene relación con nadie”.

“El mundo árabe me recibe de brazos abiertos. Hablé con (Joe) Biden hace poco, converso con todos”, retrucó el presidente.

La tensión fue palpable por momentos:

“Quédate aquí, Luiz Inácio”, pidió Bolsonaro en un momento en que estaban próximos.

“No quiero quedarme cerca de usted”, respondió el izquierdista.

Aborto y otros temas

Lula, quien llega como favorito en los sondeos, y Bolsonaro, quien busca la reelección a sus 67 años, debatieron en TV Globo.

Los candidatos se acusaron mutuamente de estar a favor del aborto. Lula leyó un discurso de 1992 en el que el mandatario, como diputado, defendió en el Congreso el uso de las pastillas anticonceptivas.

En el último sondeo de Datafolha, publicado el jueves, Lula recuperó una ventaja de seis puntos al reunir 53% de los apoyos contra 47% del mandatario.

En la primera vuelta del 2 de octubre, Lula obtuvo el 48% de los votos y Bolsonaro un sorpresivo 43%, superando lo que anticipaban las encuestas.

En otro tramo del debate, Lula le pidió al presidente explicaciones por la compra de 35.000 comprimidos de viagra para el Ejército.

Bolsonaro se defendió al decir que dicho producto “es usado para tratamiento de próstata”.

“Fue un antidebate, no hubo nada que pudiera mudar el escenario”, dijo el comentarista Octavio Guedes en Globonews.

El presidente parecía confiado tras el resultado de la primera vuelta, pero, al menos, dos hechos de la última semana pueden haber complicado su avance: declaraciones de su ministro de Economía, Paulo Guedes (sobre una posible desvinculación del aumento del salario mínimo al valor de la inflación), y la insólita reacción de un exdiputado bolsonarista, quien, al ser arrestado, respondió con granadas y tiros que hirieron a los agentes policiales.

Bolsonaro levantó esta semana un nuevo foco de sospechas al denunciar supuestas irregularidades en la difusión de piezas publicitarias en radios del noreste del país.

El Tribunal Superior Electoral (TSE) desestimó las alegaciones por falta de pruebas y advirtió a la campaña del presidente que la denuncia podría constituir un “crimen electoral” y un intento de “tumultuar la segunda vuelta”.

Analistas sostienen que Bolsonaro está preparando el terreno para cuestionar los resultados en caso de que pierda.