“Vale la pena pelear por cada paciente”: bloquean el veto al aborto en 4 estados de EE. UU.
Varios organismos a favor del aborto en EE. UU. acudieron a los tribunales de 11 estados y ya han logrado victorias temporales en Luisiana, Texas, Utah y Kentucky.
Las organizaciones que trabajan a favor del derecho al aborto en Estados Unidos han conseguido bloquear en cuatro estados de ese país la aplicación del veto a dicha práctica lanzada tras la decisión del Tribunal Supremo de derogar la protección de la interrupción voluntaria del embarazo.
Desde que la máxima instancia judicial estadounidense anunció su revocación el último 24 de junio, American Civil Liberties Union, Planned Parenthood y Center for Reproductive Rights indicaron el viernes 1 de julio que han acudido a los tribunales de diferentes estados con la intención de restaurar ese procedimiento.
Esos tres organismos han actuado de forma conjunta en 11 estados y ya han logrado victorias temporales en Luisiana, Texas, Utah y Kentucky.
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También pleitearon en Misisipi, Arizona, West Virginia, Florida, Idaho, Oklahoma y Ohio, aunque en este último estado los tribunales ya han fallado el viernes y han mantenido la prohibición de abortar más allá de las seis semanas.
Según su recuento, el aborto no está disponible o no lo está con facilidad en unos 12 de los 50 estados estadounidenses y, como resultado de la decisión del Supremo, se espera que esa cifra aumente hasta unos 26 en las próximas semanas y meses.
La presidenta de Planned Parenthood, Alexis McGill Johnson, advirtió en conferencia de prensa telemática que los otros 24 estados no serán capaces de absorber el aumento previsto de la demanda.
“Cada día de más es una victoria y vale la pena pelear por cada paciente”, apuntó la representante de la organización que gestiona la mayor red de clínicas de salud reproductiva en el país, e hizo un llamamiento a la movilización individual y colectiva.
El fallo del Supremo derogó la sentencia Roe contra Wade (1973), que protegía el derecho al aborto en el país, y la acción conjunta de esas ONG busca pelear estado por estado por el mantenimiento de esa jurisprudencia y en última instancia lograr una respuesta a nivel nacional.
McGill Johnson apuntó que no es momento ni de guardar silencio ni de mantener una posición neutral, porque ocho de cada 10 ciudadanos en el país, según las cifras facilitadas, son partidarios de que el aborto sea legal.
El presidente estadounidense, Joe Biden, apoyó el último jueves en Madrid —durante la cumbre de la OTAN— aplicar la “opción nuclear” para aprobar una nueva ley del aborto, al manifestar estar a favor de poner en marcha una “excepción” a las reglas parlamentarias.
Las ONG quieren aprovechar las elecciones legislativas de este noviembre y las presidenciales de 2024 para defender en las urnas el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, e instaron antes a cada ciudadano a presionar a sus políticos locales para que ese derecho siga vigente.
Su llamamiento incluyó la posibilidad de que la Administración de Biden declare una “emergencia nacional” que permita que los pacientes de las zonas donde el aborto haya sido vetado puedan recibir la medicación necesaria desde otros estados, tras haber recibido atención médica telemática para evaluar su situación.