“Una amenaza para la seguridad”: ¿por qué la OTAN se prepara para años tensos con Rusia y China?
Tras posible adhesión de Finlandia y Suecia, y advertencias de Putin, analizamos el tenso panorama que se aproxima con respecto a las máximas potencia del mundo actual.
Los líderes de la OTAN han definido a Rusia como la amenaza “más directa y significativa para la seguridad, la paz y la estabilidad euroatlántica”, y consideraron por primera vez a China como un “desafío” durante la Cumbre celebrada en España. Resaltaron la necesidad de preparar a la Alianza para “un mundo más peligroso”. Por ello, han aprobado una nueva estrategia para la próxima década, denominada Concepto Estratégico de Madrid, cuyos principios guiarán las políticas a largo de la próxima década.
“Esta va a ser una cumbre histórica y transformadora para nuestra Alianza. Nos reunimos en medio de la crisis más grave de seguridad que afrontamos desde la Segunda Guerra Mundial”, dijo el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg.
Al respecto, anunciaron que se reforzarán las tropas desplegadas al este de la Alianza, se transformará la capacidad de respuesta y se multiplicarán las fuerzas de 40.000 a más de 300.000 en alta disponibilidad ante Rusia. “(Esta es) la mayor revisión de nuestra disuasión y defensa colectiva desde la Guerra Fría”, definió Stoltenberg a las iniciativas. La OTAN prevé tener más equipos y reservas de suministros militares.
“Tenemos la intención de anunciar 800 millones de dólares más” en sistemas de defensa antiaérea, artillería, y otras armas, señaló el presidente estadounidense, Joe Biden, durante su intervención en la Cumbre.
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La amenaza de Rusia y China
La invasión a Ucrania fue un punto de quiebre para la paz de Europa y del mundo.
“Cualquiera que intente interferir con nosotros o, más aún, crear amenazas para nuestro país y nuestro pueblo, debe saber que la respuesta de Rusia será inmediata e implicará consecuencias que nunca antes se han visto en la historia”, anunció Putin en febrero de este año. Con estas palabras iniciaría una nueva era de tensiones, que se han ramificado en todo el mundo.
Hace 12 años, en la Cumbre de Lisboa, Rusia era definida como un “socio estratégico”. El presidente en aquel entonces era Dmitri Medvédev y no había ninguna mención con respecto a China. En cambio, ahora, y debido a su alineación con Moscú, se recalca que desafía intereses, seguridad y valores con sus políticas coercitivas.
“La Federación Rusa es la amenaza más importante y directa para la seguridad de los Aliados y para la paz y la estabilidad en el área euroatlántica. Busca establecer esferas de influencia y control directo a través de la coerción, la subversión, la agresión y la anexión. Utiliza medios convencionales, cibernéticos e híbridos contra nosotros y nuestros socios. Su postura militar coercitiva, su retórica y su voluntad demostrada de utilizar la fuerza para perseguir sus objetivos políticos socavan el orden internacional basado en normas”, se lee en el Concepto Estratégico.
Respecto de la definición, Putin dijo que es necesario asumirlo como un hecho. “Para nosotros no es una novedad (ser la mayor amenaza para la OTAN). Se preparaban desde 2014 para acciones activas en contra nuestra. Justamente esto explica nuestras acciones decididas para defender nuestros propios intereses”, explicó Putin hoy a la prensa en Asjabad.
De acuerdo al presidente ruso, Estados Unidos necesita un enemigo externo para agrupar a sus aliados en torno a una nueva amenaza. ”Irán no les servía mucho para este papel, Rusia les funciona mejor. Nosotros les dimos esa oportunidad, agrupar alrededor de sí a todos sus aliados en esta nueva vuelta de la espiral de la historia”, dijo.
Finalizó calificando a la OTAN como “un rudimento de épocas pasadas, de los tiempos de la Guerra Fría. Nos decían todo este tiempo que cambió, que ahora es más bien una unión política, pero todos buscaban la excusa para darle un nuevo impulso como una organización militar”.
Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, culpó a la OTAN de violar el Acta de 1997 que rige las relaciones con Rusia, en las que se prohíbe el despliegue de armamento de manera permanente en territorio de los nuevos miembros de la Alianza Atlántica.
”El Acta Fundacional sigue existiendo. Nosotros no hemos iniciado la ruptura de este acuerdo”, subrayó Lavrov sobre los planes aliados de reforzar sus contingentes en el flanco oriental de la OTAN.
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China se alinea con Moscú
“Se autoproclama una organización defensiva que defiende el orden internacional basado en normas, pero ha pasado por alto al Consejo de Seguridad de la ONU y ha librado guerras contra Estados soberanos”, ha respondido un portavoz de Pekín, donde no ha sentado bien el documento que indica que China desafía sus intereses, seguridad y valores. Asimismo, se han alineado con Rusia “en contra de la política de puertas abiertas de la Alianza”.
Con respecto a China, la estrategia de la OTAN menciona: “Las ambiciones declaradas y las políticas coercitivas de la República Popular China desafían nuestros intereses, seguridad y valores. China emplea una amplia gama de herramientas políticas, económicas y militares para aumentar su presencia global y proyectar su poder, mientras permanece opaca sobre su estrategia, intenciones y desarrollo militar. Las operaciones híbridas y cibernéticas maliciosas de la República Popular China y su retórica de confrontación y desinformación tienen como objetivo a los Aliados y dañan la seguridad de la Alianza”.
Asimismo, los portavoces de China han indicado que, “30 años después, la OTAN continúa con su vieja táctica de crear enemigos y de fomentar la confrontación de bloques. Este nuevo Concepto Estratégico ataca y difama maliciosamente a China. Daremos respuestas firmes y decididas a todo acto que socave nuestros intereses”, señaló en un comunicado el portavoz de la Misión China ante la Unión Europea (UE).
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Bajo ese escenario, se proyecta un telón oscuro sobre la OTAN, Rusia y China, sin una solución para la invasión a Ucrania ni un acuerdo que ponga alto a las tensiones que, con el paso del tiempo, no hacen más que dilatarse.