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¿Qué se sabe de la jueza que besó a un condenado a cadena perpetua y enfrenta serios cargos?

Mariel Suárez besó a un preso de alta peligrosidad en Argentina y ahora incluso políticos buscan su destitución. “Soy disruptiva (...) nadie me puede decir lo que tengo que decir, y eso obviamente genera cierta incomodidad”, respondió la jueza.

La jueza penal Mariel Suárez ha causado controversia en Argentina. Foto: La Opinión Austral
La jueza penal Mariel Suárez ha causado controversia en Argentina. Foto: La Opinión Austral

La jueza penal Mariel Suárez ha causado revuelo en Argentina, pero no por alguna decisión tomada en la corte. En un video quedó captado el momento en el que se besó con un preso de alta peligrosidad condenado por un tribunal que ella misma integró.

Se trata de Cristian ‘Mai’ Bustos, quien fue sentenciado a prisión perpetua el pasado 22 de diciembre por el asesinato de un policía en Corcovado, un hecho que sucedió en 2009. El miércoles 29 se besaron en el Instituto Penitenciario Provincial (IPP) de Trelew.

Ahora, el senador Ignacio Torres solicitó un juicio político y destitución contra Suárez, por considerar que “carece de objetividad”. La magistrada fue la única que votó en contra de la condena perpetua por homicidio agravado.

“Carece de objetividad y deja de manifiesto el mal accionar utilizando su propio cargo para cuestiones personales”, criticó el legislador de Juntos por el Cambio en diálogo con el portal local Infobae.

La jueza Mariel Suárez junto con el condenado Cristian Omar "Mai" Bustos. Foto: composición/ El Clarín

La jueza Mariel Suárez junto con el condenado Cristian Omar "Mai" Bustos. Foto: composición/ El Clarín

Sumado a esto, desde la semana pasada, el Superior Tribunal de Justicia (STJ) tramita un sumario en su contra por parte de la jefatura de la Policía de la provincia de Chubut.

Por su parte, la jueza negó que tuviera una relación amorosa con el recluso y aseguró que, en realidad, todo fue parte de un trabajo académico.

“Me cuesta mucho ser jueza y esto de escribir, la parte académica, es como un escape para todas las cosas que te limita la justicia. Es decir, es muy difícil, no es sencillo”, dijo Suárez a la agencia Noticias Argentinas.

Sostuvo que tiene 20 años “de trabajar afuera, en la calle” y su personalidad molesta. “Soy como disruptiva, sigo las reglas obviamente del tema judicial, pero nadie me puede callar, ni nadie me puede decir lo que tengo que decir, y eso obviamente genera cierta incomodidad”.

“No estar afiliada a ninguna corporación jurídica hace que nadie me proteja en el ámbito judicial, y yo entré sola al Poder Judicial, rindiendo concurso. Y ese es mi caballito de batalla: mi seguridad, mi capacidad y mi forma de ser”, agregó Suárez.