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Venezuela: un lustro después, chavismo y oposición se miden en urnas

Tras años de llamados a la abstención, la oposición —otra vez dividida— tratará de convencer al electorado de que hay condiciones para medirse con el chavismo.

Vistas. Alrededor de 300 personas estarán desplegadas como observadores, según el CNE. Foto: EFE
Vistas. Alrededor de 300 personas estarán desplegadas como observadores, según el CNE. Foto: EFE

Venezuela vivirá hoy unas elecciones locales y regionales que servirán para tomar el pulso político de un país en el que la polarización ha ido dejando paso a la desidia y que supondrá la primera vez, desde 2017, en que la oposición llama a sus simpatizantes a acudir a las urnas.

Tras hacer varios llamados a la abstención, el principal reto de los detractores del Gobierno de Nicolás Maduro es el de seducir a una ciudadanía mayoritariamente cansada y que, según las encuestas, quiere un cambio en el país.

No obstante, los numerosos llamados a no participar en los años previos han hecho mella en los posibles simpatizantes de la oposición, que desconfían ahora de acudir a las urnas al considerar que las condiciones no son óptimas.

A ello se suma el mayor mal de los antichavistas: las eternas peleas por salir en la foto que han vuelto a la primera línea en estos comicios.

Las disputas llegaron, incluso, al enfrentamiento físico entre candidatos en el sureño estado Bolívar (fronterizo con Brasil), donde el exdiputado opositor Américo de Grazia fue abofeteado por el también aspirante antichavista Raúl Yusef frente a la jefa de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE-UE), Isabel Santos.

Ese cóctel hace presumir una alta abstención hoy entre los potenciales votantes de la oposición, con lo que el número de participantes en las elecciones será uno de los datos claves.

A esa abstención se suma la migración que la ONU estima en cerca de 6 millones de venezolanos que han abandonado su país en los últimos años, la mayoría de ellos, mayores de edad.

El número supone, según distintas estimaciones, cerca de un 25 % del censo electoral que tampoco acudirá a las urnas este domingo.

Por otro lado, el chavismo ha tratado de cerrar filas y mostrar una imagen de unidad tras las primarias abiertas que celebró el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) el pasado agosto.

En aquella ocasión se mostraron amplias grietas que derivaron incluso en peleas entre simpatizantes de distintos aspirantes a conseguir la nominación del PSUV.

El caso más llamativo lo protagonizaron dos familiares del fallecido presidente Hugo Chávez, su hermano Argenis y un sobrino del mandatario con su mismo nombre.

Ambos trataban de convertirse en candidatos a gobernador del estado Barinas, región natal de Chávez, y sus seguidores se enzarzaron en varias peleas durante la pequeña campaña de primarias que finalmente ganó Argenis, actual mandatario regional.

“No existe un juego limpio”, afirma Guaidó

El dirigente opositor Juan Guaidó denunció el viernes que “no hay condiciones para una elección libre y justa en Venezuela”, aunque dijo respetar a los partidos opositores que decidieron participar.

“No existe un juego limpio. Esperamos que las misiones de observación que se encuentran en Venezuela presenten un informe” que “sea clara imagen de todos los abusos”, comentó en un video Guaidó, reconocido como presidente encargado del país por medio centenar de Gobiernos desde 2019.