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EE. UU. y Al Qaeda: la guerra que provocó “amargura y desilusión” en los estadounidenses

El conflicto que mantuvo Estados Unidos durante 20 años con los terroristas yihadistas le ha costado perdidas humanas y económicas, pero también ha afectado negativamente la vida emocional de su población.

Hay malestar en muchos ciudadanos estadounidenses tras los 20 años de guerra de su país contra Al Qaeda. Foto: AFP
Hay malestar en muchos ciudadanos estadounidenses tras los 20 años de guerra de su país contra Al Qaeda. Foto: AFP

El 20 de setiembre de 2001, nueve días después de los atentados del 11-S, George W. Bush, con un gran respaldo de los estadounidenses, anunció la guerra contra el terrorismo de Al Qaeda. Han pasado 20 años y, tras retirarse de Afganistán, EE. UU. declaró el final de este conflicto en medio de cuestionamientos, internos y externos, de su liderazgo político, militar y social.

Tras la toma de Kabul, la capital afgana, por parte de los talibanes el 15 de agosto, las críticas se han dirigido a Estados Unidos. Podría considerarse un retiro de sus tropas por la puerta falsa, ya que no acabaron con Al Qaeda. En tanto, el movimiento talibán ha vuelto a tomar el poder y se generó incertidumbre, con muertes y heridos incluidos, en las evacuaciones de ciudadanos estadounidenses, aliados y afganos.

“Esta guerra ha durado 20 años sin que Estados Unidos haya podido destruir a Al Qaeda y eliminar cualquier amenaza a futuro, no ha dado los frutos que se esperaban. Ni bien fueron retiradas las tropas, los talibanes tomaron el Gobierno e instituciones de Afganistán para gobernar con mano dura y en detrimento de las libertades alcanzadas por las mujeres de ese país”, señala Antonio Camborda, docente universitario y exeditor del Miami Herald.

Si bien las filas de Al Qaeda han disminuido de manera significativa tras 20 años de guerra en Afganistán, un informe del Consejo de Seguridad de la ONU, publicado en julio de 2021, afirmaba que la cúpula del grupo sigue presente en al menos 15 provincias del país, junto con cientos de agentes armados.

Imagen tomada el 2014 de una reunión de Al-Qaeda en la Península Arábiga. Foto: AFP

Imagen tomada el 2014 de una reunión de Al-Qaeda en la Península Arábiga. Foto: AFP

“Hay una sensación de derrota”, indica Luis Felipe Polo, analista político y experto en derechos humanos radicado en EE. UU., al ser consultado sobre la sensación de los ciudadanos estadounidenses tras finalizar esta guerra contra los yihadistas.

Felipe Polo indica que con la salida de Afganistán “no se valora el sacrificio de los casi 2.500 militares, más de 47.000 civiles afganos, 72 periodistas y alrededor de 450 trabajadores humanitarios, muertos por la violencia talibán”.

Hay un sentir de amargura y a la vez de indignación y desesperanza (en la población estadounidense) porque los talibanes, al frente del Gobierno afgano, van a generar violaciones a los derechos humanos, asesinatos y persecuciones a quienes colaboraron con las tropas de Estados Unidos y sus aliados”, agrega Luis Felipe.

Incluso, el 73% de los estadounidenses cree que Afganistán volverá a ser una base para los terroristas que quieren atacar a Estados Unidos, según un sondeo de la Universidad de Suffolk.

El conjunto de malestares puede verse reflejado en las encuestas de popularidad del presidente Biden, quien culminó el conflicto. La aprobación del mandatario de Estados Unidos cayó al 44 % en septiembre desde el 50 % que marcó en junio pasado, debido al manejo por parte de su Gobierno en la salida de las tropas estadounidenses de Afganistán, reveló una encuesta privada el domingo 5 de setiembre.

Estados Unidos concluye así una guerra de 20 años contra el terrorismo islámico de Al Qaeda, con críticas llegadas del extranjero hacia la administración de Biden y con sentimientos negativos en gran parte de la población estadounidense.