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Talibanes entran a la capital de Afganistán para tomar el poder tras 20 años de guerra

Los talibanes aseguraron que entrarán en la ciudad “con calma, no se meterán con nadie. Los militares y los empleados civiles del Gobierno deben confiar en que nadie les hará daño”.

Los talibanes insistieron en que la población “no debe temer a los muyahidines”. Foto: EFE
Los talibanes insistieron en que la población “no debe temer a los muyahidines”. Foto: EFE

El presidente afgano, Ashraf Ghani, abandonó este domingo 15 de agosto Afganistán, mientras los talibanes entraban finalmente en Kabul para evitar, dijeron, robos ante la huida de las fuerzas de seguridad, una presencia de los insurgentes en las calles de la que EFE fue testigo.

“Para evitar actos de saqueo en Kabul y que los oportunistas no hagan daño a la gente, el Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes) ordenó a sus fuerzas entrar en las áreas de Kabul de donde salió el enemigo”, aseguraron los talibanes en un comunicado.

Los talibanes, que previamente habían asegurado que no entrarían en Kabul hasta que se produjera una transición de poder pacifica, insistieron en que la población “no debe temer a los muyahidines”.

Afirmaron que sus combatientes entrarán en la ciudad “con calma, no se meterán con nadie. Los militares y los empleados civiles del Gobierno deben confiar en que nadie les hará daño”.

“No le está permitido a ningún combatiente entrar en casa alguna o torturar o molestar a nadie”, sentenciaron.

Tras la orden, combatientes talibanes comenzaron a patrullar las calles de Kabul, registrando a las personas que se iban encontrando, para luego dejarlas seguir.

El presidente abandona Afganistán

Poco antes, se daba a conocer el anuncio de que el “expresidente” Ghani había abandonado el país, lo que acercaba aún más la victoria de los talibanes tras veinte años de guerra.

En un mensaje de video, el titular del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional de Afganistán, Abdullah Abdullah, aseguró que “el expresidente” Ghani ha abandonado el país, y le culpó de la situación que vive en estos momentos Afganistán.

“Mi esperanza es que Dios y el pueblo de Afganistán decidan sobre el expresidente de Afganistán, que abandonó el país y puso a la nación en esta situación”, expresó Abdullah, que en el pasado llegó a compartir poder con Ghani.

Abdullah pidió a los ciudadanos “paciencia para pasar estos días difíciles” en los que espera, dijo, los afganos puedan encontrar una forma de vida pacífica.

Los talibanes se habían apostado esta mañana al norte, oeste, y sur de los límites de Kabul, marcando el asedio en casi todo el perímetro de la ciudad y con casi todas las provincias vecinas bajo su control, a la espera de una transición de poder pacífica.

El ministro del Interior afgano, Abdul Satar Mirzakwal, había asegurado que Kabul no sería atacada, “ya que se acordó que la seguridad y el poder político de la ciudad de Kabul se entregarán pacíficamente bajo una administración de transición”, reveló en una declaración en vídeo.

El acecho de los talibanes había aumentado la presión para tratar de encontrar una salida de urgencia de parte de la población ante la probable caída de la ciudad, un temor que se cierne sobre funcionarios públicos, académicos, periodistas y, sobre todo, entre aquellos que han trabajado con alguno de los países que enviaron tropas a Afganistán para combatir a los insurgentes.