Afganistán: funcionarias volverían al trabajo cuando la seguridad esté garantizada, según talibanes
Los talibanes tratan de moderar su discurso ante la comunidad internacional pese a seguir aplicando restricciones machistas que continúan oprimiendo a las mujeres afganas.
Zabihullah Mujahid, un portavoz del nuevo régimen talibán, anunció este martes 24 de agosto en rueda de prensa en Kabul que las funcionarias afganas podrán volver al trabajo cuando esté garantizada la seguridad en Afganistán tras el retorno del grupo extremista islámico al poder luego de 20 años. “Queremos que trabajen, pero también que la seguridad sea buena (para ello)”, detalló Mujahid, que resaltó que las mujeres deben quedarse en casa por el momento.
Las mujeres en Afganistán se encuentran en un grave peligro en cuanto a la pérdida de sus derechos fundamentales tras la toma de poder por parte de los talibanes en todo el territorio, pero cabe resaltar que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció que la situación de las afganas ya formaba parte de las peores en el mundo desde antes de que los talibanes retomaran el poder.
En tanto, los talibanes han intentado mostrarse moderados ante la comunidad internacional e incluso han prometido respetar a los ciudadanos que permanezcan en el país. Sin embargo, los hechos demuestran lo contrario, pues ya se han registrado actos de tortura, así como violencia contra las mujeres.
En ese sentido, las organizaciones de derechos humanos han anunciado que mantienen un especial temor por las mujeres y niñas del país, que en las últimas dos décadas habían recobrado parte de sus derechos y facultades. No obstante, ante la interpretación radical de los talibanes de la ley islámica, es el género femenino el que queda sometido a castigos y reglas inhumanas.
Las estrictas reglas para las afganas incluyen formas específicas de vestir, convivir, celebrar festividades y la prohibición de salir solas a las calles, aunque voceros del grupo talibán han asegurado que a las mujeres se les permitirá la educación y al trabajo, derechos humanos fundamentales que deberían ser accesibles para todo ser humano.
Pese al riesgo que corren sus vidas, más de un centenar de mujeres han salido recientemente a las calles de Kabul, la capital de Afganistán, con el objetivo de exigir sus derechos y dejar de lado las restricciones y prohibiciones.