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El miedo a la venganza de los talibanes en Afganistán: Han comenzado a ir casa por casa

Desde la clandestinidad un colaborador de España reveló al Times la dura situación que padecen en Afganistán. “Estoy con mi mujer y mis hijos a la espera de la llamada salvadora”.

La situación en Afganistán ha cambiado drásticamente desde que los talibanes tomaron el poder. Foto: AFP
La situación en Afganistán ha cambiado drásticamente desde que los talibanes tomaron el poder. Foto: AFP

Los talibanes van “casa por casa” buscando a detractores y personas que han trabajado para las fuerzas extranjeras y a sus familias, según un documento confidencial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicado en las últimas horas.

El documento, filtrado a The New York Times y consultado por AFP, multiplica el miedo y la desconfianza en las promesas de tolerancia y respeto hechas por el movimiento islamista radical.

Se trata de un informe redactado por un grupo de especialistas en evaluación de riesgos de la ONU que expone claramente que los talibanes tienen “listas prioritarias” de personas que desean arrestar.

“Hemos tenido que dejar nuestra casa al norte de la capital y ahora estamos en la clandestinidad, en otra parte de la ciudad donde nadie nos conoce”, contó un colaborador de España que le declaró al diario norteamericano bajo condición de anonimato.

De hecho, el segundo avión fletado por España con evacuados afganos despegó este viernes 20 de agosto de Dubái rumbo a Madrid con 110 personas a bordo.

En Kabul ahora reina el pánico. “Estoy con mi mujer y mis hijos a la espera de la llamada salvadora de España”, relató el hombre en referencia a los vuelos de repatriación que diariamente salen de la zona desde que los talibanes asaltaron el poder.

En primera línea están quienes ocuparon puestos de responsabilidad en las fuerzas armadas afganas, la Policía y las unidades de inteligencia.

“Ya hemos escuchado casos de personas a las que ya han detenido, no nos podíamos arriesgar”, añadió el hombre tras abandonar su casa, en vista de que todos sus vecinos conocían que cooperaba con la OTÁN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).

Desde que tomaron el poder en Kabul el domingo y en la mayoría del país, los talibanes intentan convencer al mundo y a los afganos de que no buscan venganza y apuestan por la reconciliación.

También garantizaron que no ejercerán el poder de la misma manera que entre 1996 y 2001, cuando dirigieron el país e impusieron una visión extremadamente rigurosa de la ley islámica, que penalizaba especialmente a las mujeres.

Pero este informe de la ONU muestra una situación muy diferente.

“Toman por objetivo a las familias de quienes se niegan a entregarse y las castigan basándose en la sharía” o ley islámica, manifestó a la agencia francesa Christian Nellemann, director del Centro noruego de análisis globales, el grupo de expertos a cargo de este informe.

“Tememos que las personas que han trabajado para las fuerzas estadounidenses, la OTÁN y sus aliados así como sus familias, sean torturadas o ejecutadas”, agregó.

Con información de AFP