Murió el enfermero argentino que antes fue agredido por contagiarse de COVID-19
Daniel Porro estuvo en primera línea al inicio de la pandemia. En junio de 2020, fue atacado por un grupo de vecinos, que luego prendieron fuego a su casa tras conocer su diagnóstico positivo. Falleció de un paro cardíaco.
Daniel Porro, el enfermero argentino que trabajó en primera línea al inicio de la pandemia y que fue agredido por un grupo de vecinos al contagiarse de COVID-19, murió el domingo 4 de julio por un paro cardíaco, según recoge el diario La Nación, que publicó su historia esta semana.
En junio de 2020, el personal de salud mencionó que los vecinos del barrio Nueva Esperanza, de la ciudad de Neuquén, comenzaron a insultarlo y conminarlo para que se mudara. “Eres un caso positivo y te vamos a quemar la casa, no queremos gente como vos acá en el barrio”, le gritó un vecino, de acuerdo a Crónica.
Ese mismo día por la tarde, el sanitario contó que fue atacado por un grupo de vecinos hasta quedar casi inconsciente. Además, prendieron fuego su vivienda y le robaron el auto mientras era atendido en el hospital local.
“Nunca tuve problemas con ese vecino, pero la ignorancia de la gente termina en estos desastres”, explicó la víctima luego de que su caso acaparara la atención de los medios argentinos.
“Nunca se pudo recuperar de aquel rechazo social”, aseguró su padre a LM Neuquén. “En realidad, desde aquel día, no pudo volver a dormir bien. Trabajaba durante el día y, a la noche, se acostaba, pero no podía conciliar el sueño. Sufrió mucho e iba a laburar casi sin dormir”, agregó.
Según su relato, Porro fue despedido del trabajo y, “aunque con el tiempo consiguió un nuevo empleo en otro centro de salud”, no pudo olvidar el incidente. Mientras estuvo aislado, grabó algunas canciones que actualmente su familia viraliza por las plataformas sociales.
Al principio, el sanitario realizó cuarentena en su vivienda, aunque después fue trasladado al hospital Bouquet Roldán, donde lo dieron de alta a los 14 días con hisopado negativo. El caso estaba a cargo del fiscal Pablo Vignaroli, quien había asegurado, al contrario, que el relato sobre la golpiza “no era congruente”.
