Tradicionales ‘ventanas del vino’ medievales vuelven a ponerse de moda ante pandemia en Italia
Las denominadas “buschette del vino” florentinas son pequeñas ventanas en los muros por donde se despachaba licor sin tener que estar en contacto con los clientes.
Durante el siglo XIV, Europa alcanzó su punto máximo de propagación de la peste bubónica o también conocida como peste negra. Esta enfermedad, originaria de Asia, mató a un tercio de la población del viejo continente, dejando a su paso dolor y desolación.
Por aquella época, los dueños de las tabernas buscaron alternativas para mantener sus negocios a flote y evitar caer en la bancarrota. Es por ello que en Italia crearon las “buschette del vino” florentinas o “ventanas del vino”, las cuales tenían como objetivo despachar vino a los clientes sin tener que estar cerca de ellos, según informó 20 Minutos.
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Las “buschette del vino” eran pequeñas ventanas en los muros, apenas hendiduras, a través de las cuales los clientes compraban una copa o botella de vino directamente de su productor, sin necesidad de mantener contacto alguno. Además, recogían las monedas con una pala metálica para evitar tocarlas.
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Estos orificios han resurgido a raíz del nuevo coronavirus y la asociación cultural ‘Buschette del Vino’, recogió una de las descripciones más antiguas de estas ventanas, que se remonta a 1634.
Las ventanas del vino resultaron entonces una forma útil de vender vino y prevenir los contagios. Ahora, casi cuatro siglos después, la pandemia de la COVID-19 está volviendo a popularizar su uso por un motivo muy similar.
Y es que, según apunta la citada asociación, que mantiene un registro de las ventanas del vino que quedan en la ciudad de Florencia, varios locales están reactivando las suyas. Con la diferencia de que, ahora, no solo despachan vino, sino desde resfrescos hasta helados.
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Es el caso de la heladería florentina Vivoli, que utiliza la suya para vender su ‘gelato’ o dispensar cafés. Otras locales de la ciudad, como la Osteria delle Brache o la Babae la utilizan para su propósito original, vender vino, a la vez que mantienen la distancia de seguridad con los clientes.