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El conmovedor reencuentro de una pareja de ancianos separados por la COVID-19 [VIDEO]

Para Joyce y Don fue muy duro alejarse tras 67 años de matrimonio, pero uno de ellos enfermó de coronavirus y tuvieron que tomar la radical decisión de separarse.

Joyce y Don Hoffman, una pareja de 90 años, volvieron a estar juntos después de estar alejados más de un mes por la COVID-19. Foto: Captura
Joyce y Don Hoffman, una pareja de 90 años, volvieron a estar juntos después de estar alejados más de un mes por la COVID-19. Foto: Captura

Una pareja de ancianos de la ciudad de Indianápolis, en Estados Unidos, protagonizó un emotivo reencuentro en una casa de reposo, luego de estar separada por primera vez tras 67 años matrimonio, debido a que uno de ellos contrajo el coronavirus.

Joyce y Don Hoffman, de 90 años, volvieron a estar juntos después de más de un mes porque a ella le diagnosticaron COVID-19 y no quería contagiar a su esposo. El personal médico de la residencia los separó a ambos.

Afortunadamente, la anciana solo sufrió síntomas menores y logró vencer al coronavirus. Los trabajadores organizaron un emotivo reencuentro con el que es su compañero de vida para celebrar su recuperación.

En el video compartido en las redes sociales se aprecia al anciano que, con flores en mano, espera la llegada de su amada. “Estoy terrible”, le dice ella, a lo que él responde: “No, estás preciosa… preciosa”. Este fue el diálogo amoroso que ambos ancianos sostuvieron.

La pareja se tomó de la mano y el personal de salud los ayudó a abrazarse. La nieta de la pareja de adultos mayores, Melynne Klaus, conversó con ABC News y contó que sus abuelos se encuentran más unidos que nunca.

“Después de 67 años de matrimonio, esto fue insoportable para ellos”, comentó. “Sin embargo, estoy tan feliz de compartir que ayer (11 de junio) se reunieron y que aún no pueden dejar de tomarse de las manos”, añadió.

La pandemia del nuevo coronavirus originada en la ciudad de Wuhan, en China, ha dejado más de ocho millones de personas contagiadas y cerca de 437.000 víctimas mortales en todo el mundo, según el último balance de la Universidad Johns Hopkins.