Familia peruana emigró a Nueva York por un mejor futuro y no se arrepiente pese a la pandemia
Salieron de Perú en búsqueda de mejor atención médica y educación para su descendencia. El negocio de comida peruana que tenían tuvo que cerrar. Hoy, no cuentan con los ingresos necesarios para comprar las medicinas que necesitan sus hijos con autismo.
La familia Angulo es de Perú pero decidió emigrar a Estados Unidos en búsqueda de un mejor futuro. Llegaron a Nueva York en 2019, pero jamás imaginaron vivir en las circunstancias actuales provocadas por la pandemia de COVID-19.
Los esposos María, de 48 años, y Clymon Angulo (57) se estaban consolidando tras abrir un restaurante. Obtuvieron muy buenas ganancias y pudieron mudarse a una casa más amplia.
PUEDES VER Chile modifica metodología de conteo y registra la cifra más alta de muertos por COVID-19 [VIDEO]
Irse a Norteamérica representó todo un reto para la pareja que no desmayó debido a que siempre tuvieron como prioridad mejorar la calidad de vida de sus hijos mellizos, de 10 años, que son autistas, reseñó el portal El Nuevo Herald.
María nació en Huaraz y asegura que su mayor desafío eran las terapias que necesitaban sus hijos. “Por 25 minutos de tratamiento para cada uno, tres veces a la semana, nos cobraban en total el equivalente a $90 y lo peor es que en el Perú solo hay escuelas especiales privadas, que cobraban una cantidad inalcanzable para nosotros”, detalló.
María Angulo emigró a EE. UU. en búsqueda de un mejor futuro para sus hijos. Foto: El Nuevo Herald.
Los pequeños Edinson y Alexander nacieron con casi seis meses de gestación y llegaron a pesar un kilo cada uno. Pasaron tres meses metidos en una incubadora y cuando cumplieron los dos años fueron diagnosticados con autismo.
Edinson tuvo que ser operado del corazón y ambos sufrieron de neumonía. “Con la ayuda de Dios se salvaron”, expresó la madre.
Los esposos se dieron cuenta de las limitaciones del sistema de salud peruano para atender a niños especiales. Veían que sus hijos no se recuperaban y el acceso a las medicinas era muy costoso.
Llegaron a EE. UU. por recomendación de un familiar que vivía en Georgia, quien les aseguró que los pequeños recibirían una buena terapia sin costo. “No tardamos en decidirnos que ese era el mejor paso para el futuro de nuestros hijos”, manifestó el padre.
El entusiasmo por ofrecerle una mejor calidad de vida a sus hijos los mantuvo unidos. Su hija Amy, de siete años, también podía tener mejores posibilidades en el país norteamericano.
Los hermanos Angulo. Foto: El Nuevo Herald.
Después de un mes de llegar a Georgia, se fueron a Nueva York, una ciudad que les ofrecía mejores opciones para sus hijos con autismo, pero que en 2020 se convirtió en el epicentro de la pandemia de COVID-19.
“Conseguimos una cita con el psicólogo, quien vio a mis mellizos y los derivó a una escuela especial”, indicó María.
Los niños pudieron asistir a un colegio especial y se hizo notar un progreso sin precedentes.
“Los mellizos empezaron a hablar bastante, con mi esposo llorábamos cuando les escuchábamos una nueva palabra, se veían más vitales. Era un milagro de Dios”, manifestó María.
Los ingresos que obtuvo la familia por la venta de deliciosos platos peruanos les permitió mudarse a un lugar más cómodo y ofrecerle mejores cosas a sus hijos. Ceviche, jalea, arroz con mariscos, lomo saltado, papa a la huancaína y ají de gallina le solicitaban a María, pero todo se fue a menos con la llegada de la pandemia que paralizó a la ‘ciudad que nunca duerme’.
El emprendimiento de los Angulo se vio afectado y tuvieron que gastar el dinero que tenían ahorrado. Aunque reciben la comida del colegio no cuentan con los 120 dólares necesarios para comprar las vitaminas de sus hijos.
No obstante, el difícil momento que pueden estar viviendo producto de la crisis del coronavirus no les hace cambiar de parecer. "Todo es para darle algo mejor a mis niños. Es cierto que estamos solos, que no tenemos familia y hay gastos que nos superan, pero a pesar de todo ello mis niños están mejor que allá y esa es la mayor recompensa”, señalaron.