Trump desestima esfuerzos científicos: “Este virus desaparecerá sin vacuna, se irá solo”
Mientras el mundo une esfuerzos para hallar un antídoto, el presidente de EE. UU. afirmó que la COVID-19 desaparecerá eventualmente y sin necesidad de una vacuna.
Mientras Estados Unidos elevó su número de fallecidos por coronavirus (COVID-19) a más de 77.000 este viernes, el presidente Donald Trump desestimó los esfuerzos científicos para hallar una vacuna contra el mal.
Desde la Casa Blanca, el mandatario estadounidense aseguró que el virus “desaparecerá” sin necesidad de un antídoto, e incluso “no volveremos a verlo, con suerte, tras un período de tiempo”.
“Es posible que tenga algunos brotes, esperaría eso en otoño o el próximo año, pero eventualmente se irá”, abundó Donald Trump, quien ha dado uno de los mejores ejemplos de la dualidad que ha marcado su respuesta a la pandemia.
Habla de ella en términos bélicos y catastróficos, pero también la minimiza para subrayar que el país tiene que reactivar su economía y volver a la normalidad.
Sus declaraciones llegan días después de que su administración lanzara la Operación Warp Speed, un proyecto para acelerar la producción de una vacuna contra el coronavirus (COVID-19).
El Dr. Anthony Fauci, experto en enfermedades infecciosas que lidera el grupo en Estados Unidos, ha dicho en reiteradas ocasiones que tardaría entre un año a 18 meses hallar “una vacuna científicamente sólida, segura y efectiva”.
Trump sobre vacuna contra el coronavirus
Donald Trump, que ha deslizado que el coronavirus (COVID-19) salió por casualidad de un laboratorio de Wuhan (China), cree que la enfermedad desaparecerá de manera paulatina.
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“Solo confío en lo que dicen los médicos. Dicen que se va a ir. Eso no significa este año, pero eventualmente se irá. La pregunta es si necesitaremos una vacuna. En algún momento, probablemente desaparecerá por sí solo", aseguró el jefe de Estado.
Y agregó que se ha reunido con mucha frecuencia con Fauci y la Dra. Deborah Birx, quien también integra el equipo de expertos.
Casos de coronavirus en EE. UU.
Estados Unidos, hasta el viernes, presentaba más de 1,28 millones de casos de coronavirus (COVID-19). Los balances diarios en el país no han caído por debajo de los 1.000 fallecidos desde principios de abril.
Tras haber registrado más de 3.100 muertos en 24 horas a mediados de abril, la curva de contagios está ahora en una especie de meseta de la que no consigue descender.
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A pesar de ello, Donald Trump promueve una reapertura rápida de la economía, devastada por las medidas de confinamiento y distanciamiento social adoptadas para frenar la pandemia.
OMS sobre vacuna contra el coronavirus
La sociedad tendrá que acostumbrarse a muchos cambios debido a la pandemia del coronavirus (COVID-19), al menos mientras no se halle una vacuna, ha indicado un alto responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS) al reflexionar sobre si prácticas sociales como darse la mano o besarse deberán abandonarse.
“La salida debe hacerse con mucha prudencia y esto puede conllevar cambios importantes en nuestras vidas hasta que consigamos una vacuna y un tratamiento efectivos”, señaló en rueda de prensa el director ejecutivo de la OMS para Emergencias Humanitarias, Mike Ryan.
Vacuna contra COVID-19: sin lucha contra malaria
La pandemia está causando la interrupción de las principales intervenciones contra la malaria y 500 millones de personas podrían quedar desprotegidas, mientras la industria elige producir test de coronavirus (COVID-19) y abandona los de malaria, reveló a EFE el doctor Pedro Alonso Fernández, quien lidera el combate de esta enfermedad desde la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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La lucha contra la malaria, que además de África también está presente en varios países de Latinoamérica y Asia, es una de las tantas víctimas colaterales del coronavirus, y las consecuencias pueden ser tan graves como volver a donde se estaba hace veinte años.
Donald Trump: China responde a entredicho
China admitió este sábado que el coronavirus (COVID-19) reveló “lagunas” en sus sistema de salud y prevención de enfermedades infecciosas, en momentos en que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le critica su gestión de la crisis.
El gigante asiático fue el primero en ser afectado por la epidemia a fines de 2019. La gran ciudad de Wuhan, considerada el foco del coronavirus (COVID-19), fue particularmente golpeada, con hospitales sobrecargados, tests indisponibles, enfermos no detectados o falta de material.
Varios médicos de Wuhan que dieron la alerta sobre el virus fueron hostigados y acusados de propagar “rumores”. “La lucha contra la epidemia habrá sido una gran prueba para el sistema y las capacidades de gobernanza del país”, admitió Li Bin, viceministro chino de Salud.
Con información de EFE y AFP.