Bolsonaro decreta que cultos religiosos son servicios esenciales y deben permanecer abietos, incluso en cuarentena
Para el presidente de Brasil, estos centros son esenciales para responder a las necesidades cotidianas de la población en plena pandemia, como lo son las farmacias y supermercados.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, decretó este jueves que las actividades religiosas forman parte de los servicios esenciales que deben permanecer abiertos incluso en los estados que impusieron cuarentenas para frenar la epidemia de coronavirus (COVID-19).
El decreto, publicado en el Diario Oficial de la Unión, equipara "las actividades religiosas de cualquier índole" a las farmacias y los supermercados, esenciales para responder a las necesidades cotidianas de la población.
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El texto especifica que el funcionamiento de los cultos "deberá ser conforme a las instrucciones del ministerio de la Salud", que podrá imponer restricciones.
Esa posible limitación saca sin embargo de hecho a los oficios religiosos de la órbita de los estados y municipios, muchos de los cuales impusieron el cierre de escuelas y comercios "no esenciales" y recomendaron la suspensión de las ceremonias religiosas.
Jair Bolsonaro fustigó esas medidas y acusó a los gobernadores de optar por una política de “tierra arrasada” que puede resultar ruinosa para Brasil.
Bolsonaro fue elegido en octubre de 2018, con un fuerte apoyo de las iglesias evangélicas.
Algunas de esas iglesias ya optaron por celebrar oficios a distancia, transmitidos por las redes sociales, para evitar las aglomeraciones propicias a la transmisión del coronavirus (COVID-19).
Pero otras congregaciones se oponen al cierre de sus lugares de culto.
El influyente pastor Silas Malafaia, que recibió varias veces a Jair Bolsonaro en su templo de Rio de Janeiro, asimiló la semana pasada las medidas contra el coronavirus a una “táctica de Satanás”.
"Amigo, amiga, no se preocupe con el coronavirus, porque esa es una táctica, o una táctica más, de Satanás. Y Satanás trabaja con el miedo, con el pavor. Trabaja con la duda", afirmó.
Malafaia había criticado que las restricciones de culto no fueran de par con las del transporte público, pero cuando esto ocurrió revisó su posición. Así y todo, dijo que los templos seguirían abiertos para los fieles.
El Ministerio Público de Rio pidió la suspensión judicial de los cultos de Malafaia, pero la demanda fue rechazada por un magistrado.
En la iglesia católica, la Confederación Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) indicó el jueves que la parroquias deberán dar preferencia a las misas a distancia.
La CNBB se mostró sumamente crítica con los cuestionamientos de Jair Bolsonaro a las medidas de cuarentena adoptadas por varios estados, entre ellos Sao Paulo y Rio, los más ricos y poblados del país.
Hasta el miércoles, había 2.433 casos de coronavirus (COVID-19) en Brasil, con 57 decesos, según el balance del ministerio de la Salud.