Así fue el terremoto de magnitud 9,1 jamás registrado en Japón: duró 6 minutos y produjo catástrofe de Fukushima
Nueve años después de la tragedia más atroz de Japón, la cadena ANN News publicó imágenes inéditas que muestran cómo el sismo y posterior tsunami arrasaron todo.
Japón recuerda con horror el terremoto que sacudió su suelo el 11 de marzo de 2011.
El movimiento telúrico jamás registrado en toda su historia duró seis minutos, dejó unos 28.000 muertos y desaparecidos, desencadenó un tsunami y dañó los circuitos de enfriamiento de los reactores de la central de Fukushima Daiichi (Fukushima N°1).
Fukushima, situada al borde del océano Pacífico a unos 250 km al norte de Japón, estaba concebida para resistir olas de seis metros, pero no de 14, como fue el caso.
El 11 de marzo, sus seis reactores se detuvieron automáticamente, tal como estaba previsto, al producirse la primera sacudida del terremoto de magnitud 9,1. Sin embargo, el posterior tsunami ahogó los circuitos eléctricos y de refrigeración del combustible nuclear.
Cuatro reactores comenzaron entonces a calentarse peligrosamente, provocando explosiones y liberando humo radioactivo. Cientos de obreros de la compañía Tokyo Electric Power (TEPCO), propietaria de la central, lograron dominar ese proceso de calentamiento, echando agua sobre las instalaciones día y noche.
Desde luego, fue el más grave desde la catástrofe nuclear de Chernóbil en 1986
Nueve años después de aquella tragedia, la cadena ANN News de Japón difundió unas imágenes inéditas que muestran el impacto de la naturaleza.
Son siete minutos que fueron filmados desde el interior del aeropuerto de Sendai, la mayor ciudad de la región de Tohoku y una de las localidades más azotadas por el desastre natural.
Al principio se puede ver cómo el fuerte terremoto destruye el interior de una cafetería del aeropuerto durante varios minutos. Luego llega un momento de calma tensa, que anunciaba la llegada del tsunami que causó el temblor.
La grabación de Japón muestra a continuación cómo millones de litros de agua invaden el lugar en cuestión de minutos, arrasando todo a su paso. Una ciudad devastada.
Residentes de varias ciudades se vieron obligados a abandonar sus hogares en los próximos meses.
Las viviendas más cercanas a la central, expuestas a niveles altos de radiaciones, fueron declaradas inhabitables durante años, incluso décadas, pese a que a las autoridades les cuesta reconocerlo y los propietarios se negaban a admitirlo.