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La NASA ubica el sistema planetario más habitable que se haya descubierto

Su estrella, Kepler-442, tiene mejores condiciones que el Sol para posibilitar la vida. El único planeta que la orbita está cerca de ser considerado “superhabitable”.

El sistema solar Kepler-442 fue descubierto en 2015. Ahora es considerado como el más idóneo para la vida. Imagen referencial.
El sistema solar Kepler-442 fue descubierto en 2015. Ahora es considerado como el más idóneo para la vida. Imagen referencial.

Dos investigadores utilizaron el Telescopio Espacial Hubble de la NASA para identificar las estrellas que tienen las mejores condiciones para permitir el desarrollo de la vida en sus planetas. El candidato más destacado resultó ser un astro aún más ‘amigable’ que nuestro Sol.

Se trata de Kepler-442, una estrella enana naranja o tipo K ubicada a 1115 años luz de la Tierra. El único planeta descubierto que la orbita es Kepler-442b, y es el objetivo más prometedor para hallar vida extraterrestre. Pero, ¿cómo llegaron a esta conclusión?

Un tipo diferente de estrella

Antes de realizar sus observaciones con los instrumentos de la NASA y la ESA, los científicos Edward Guinan y Scott Engle, ambos de la Universidad de Villanova (EE. UU.), determinaron que la clase de estrella enana K era el punto de equilibrio entre las otras dos clases de estrellas que podrían permitir el desarrollo de vida (enanas rojas y enanas amarillas).

Representación de una estrella enana K. Crédito: Wikimedia Commons.

Representación de una estrella enana K. Crédito: Wikimedia Commons.

Las enanas rojas o tipo M, las que más abundan en nuestra galaxia, son estrellas muy pequeñas y frías, por lo que sus zonas habitables quedan demasiado cerca de ellas. Emiten 500 veces más radiación en rayos X y luz ultravioleta que nuestro sol, afectado tanto a sus planetas que en estos no podrían desarrollarse organismos como nosotros.

El Sol es una estrella enana amarilla o tipo G. Sabemos que puede permitir el desarrollo de la vida en al menos uno de sus planetas (la Tierra), pero no son las más idóneas debido a su esperanza de vida, unos 10 mil millones de años. Nuestra estrella ya ha vivido la mitad de ese período, y en los próximos mil millones de años se calentará hasta desecar nuestro planeta y volverlo inhabitable para los humanos y muchas otras especies.

Y por otro lado están las estrellas enanas K, tres veces más abundantes que las enanas G, un poco más frías y con campos magnéticos poco activos, por lo que sus planetas no serían dañados por ningún tipo de radiación. Además cuentan una esperanza de vida muy superior (de 15 mil a 45 mil millones de años). Esto permite que la vida tenga más tiempo para desarrollarse a un nivel mucho más avanzado que en la Tierra.

La infografía compara las características de los tres tipos de estrellas enanas. Credito: NASA/ESA.

La infografía compara las características de los tres tipos de estrellas enanas. Credito: NASA/ESA.

"Las estrellas enanas K están en el ‘punto dulce’, con propiedades intermedias entre las estrellas enanas G (más raras, más luminosas pero de vida más corta) y las estrellas enanas M (más numerosas). Las estrellas K, especialmente las más cálidas, tienen el mejor de todos los mundos. Si buscas planetas con habitabilidad, la abundancia de estrellas K aumenta tus posibilidades de encontrar vida ", explica Edward Guinan.

Kepler-442, la estrella ideal con el planeta ideal

En los últimos 30 años, ambos científicos han trabajado con estudiantes universitarios en el Proyecto “GoldiloKs” para buscar las estrellas con las mejores características para rodearse de vida. Para ello usaron el Observatorio de rayos X Chandra de la NASA, el satélite XMM-Newton de la ESA y sobre todo el Hubble, con el cuál evaluaron la radiación ultravioleta de aproximadamente 20 enanas naranjas (K).

Las tres estrellas ya registradas que resultaban más interesantes eran Tau Ceti, Epsilon Eridani y Kepler-442, siendo esta última la que más llamó su atención.

Comparación entre el planeta Kepler-442b (izquierda) y la Tierra (derecha). Crédito: Wikimedia Commons.

Comparación entre el planeta Kepler-442b (izquierda) y la Tierra (derecha). Crédito: Wikimedia Commons.

“Kepler-442 es notable porque esta estrella alberga lo que se considera uno de los mejores planetas Ricitos de Oro (como se le llama a los mundos ideales para la vida), Kepler-442b, un planeta rocoso que es un poco más del doble de la masa de la Tierra”, explica Guinan.

Kepler-442b tiene un radio 1,3 veces el de la Tierra y una temperatura superficial de -2,65 °C. Sin embargo, al tener una masa superior, su atmósfera tiene que ser más densa, lo que elevaría su temperatura a una similar a la de nuestro planeta. Considerando todas sus características, este exoplaneta es el más se acerca a encajar en la categoría de “superhabitable”.

El equipo, que el 9 de enero presentó sus resultados en la 235ª reunión de la American Astronomical Society, considera que este sistema planetario es bastante especial porque tanto la estrella como su planeta son los más indicados para propiciar las condiciones para la vida, la cuál posiblemente ya se esté desarrollando en dicho mundo.