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Irán se niega a colaborar con EE. UU.: no entregará las cajas negras del avión Boeing estrellado

“No le daremos las cajas negras al fabricante, a los estadounidenses”, sentenció el jefe de la Organización de la Aviación Civil iraní.

Miembros de los servicios de emergencia observan parte del Boeing 737 de la compañía ucraniana UIA. Foto: EFE
Miembros de los servicios de emergencia observan parte del Boeing 737 de la compañía ucraniana UIA. Foto: EFE

El conflicto entre Irán y Estados Unidos se extiende. Este miércoles la Organización de la Aviación Civil iraní anunció que no entregará a la multinacional estadounidense Boeing las cajas negras del avión que se estrelló en la mañana y dejó 176 muertos.

Ali Abedzadeh, jefe de la Organización de la Aviación Civil, fue enfático al respecto: "No le daremos las cajas negras al fabricante, a los estadounidenses, y todavía no está claro a qué país serán enviadas para su lectura".

Aun así Abedzadeh, citado por la agencia de noticias iraní Mehr, indicó que Ucrania sí podrá participar de la investigación del accidente ocurrido en la madrugada. El avión siniestrado pertenecía al Ukraine International Airlines (UIA).

A pesar de que el fabricante suele formar parte del proceso luego de un siniestro de este tipo, Irán negó la colaboración a causa del conflicto vivido con Estados Unidos tras el asesinato del poderoso general iraní Qasem Soleimani en un bombardeo selectivo ordenado por el presidente Donald Trump.

“Algo muy inusual sucedió pero no podemos especular” con el accidente aéreo que se dio a las afueras de Teherán (capital), señaló el ministro de Transporte de Canadá, Marc Garneau. “En este momento es muy pronto para especular”, añadió referido por la agencia Sputnik.

En una conferencia de prensa con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dejó claro que desconocen la causa del suceso e indicó que esperan por más información. De los fallecidos 63 eran ciudadanos canadienses.

El vuelo 752 de UIA se estrelló poco después de despegar del Aeropuerto Internacional de Teherán con rumbo a Kiev (capital de Ucrania) con 167 pasajeros y nueve tripulantes a bordo; ninguno sobrevivió. La mayoría eran iraníes (82).