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Greta Thunberg ya no comía por la depresión y el activismo la salvó, asegura su padre

Svante Thunberg admitió que su hija sufrió depresión por la contaminación del medio ambiente. Una vez lo llamó “gran hipócrita” por no hacer nada y entonces decidieron iniciar el activismo.

Svante Thunberg y su hija Greta.
Svante Thunberg y su hija Greta.

Greta Thunberg, la adolescente sueca de 16 años que lucha contra el cambio climático, ha ganado presencia los últimos años a nivel mundial. Su activismo la ha llevado a ese protagonismo inesperado; sin embargo, antes de todo esto padeció duros momentos.

Así lo admitió su padre, Svante Thunberg, durante una entrevista para un programa de la BBC. De acuerdo con el progenitor, Greta sufrió depresión por tres o cuatro años y fue precisamente su activismo quien la ‘salvó’.

"Ella había dejado de hablar... dejó de ir a la escuela", contó.

Greta, quien entonces tenía 11 años, bajó casi diez kilos porque había dejado de comer por meses. Sus padres entraron en desesperación y tuvieron que hacer a un lado sus actividades para centrarse en ayudarla.

Greta Thunberg ya no comía por la depresión y el activismo la salvó, asegura su padre

Greta Thunberg ya no comía por la depresión y el activismo la salvó, asegura su padre

Thunberg pasó más tiempo con Greta y su hermana menor, Beata, en su casa en Suecia. Mientras que su madre, cantante de ópera, canceló los contratos que había firmado para que toda la familia pudiera estar unida.

Los años posteriores los dedicaron a investigar y debatir sobre el cambio climático. Greta se apasionaba cada vez más y un día los acusó de ser “grandes hipócritas” por no hacer activismo.

"Greta dijo: '¿De quién son los derechos humanos que defienden?'. No nos estábamos tomando en serio este problema climático", explicó.

‘Salvar’ el clima y a Greta

A partir de entonces, toda la familia se comprometió con el activismo y, como consecuencia, Greta obtuvo una especie de “energía”, asegura Svante. Algunos de los cambios fueron no viajar en avión, convertirse al veganismo y acompañar a su hija en sus viajes en barco a las cumbres climáticas.

Greta

Greta

No obstante, confiesa Svante Thunberg, sus acciones no fueron por “salvar el clima”, aunque sabía que “era lo correcto.

"Lo hice para salvar a mi hija", reconoció. "Tengo dos hijas y, para ser sincero, son lo único que me importa. Solo quiero que sean felices", agregó.

De hecho, en un inicio Svante no estaba convencido del activismo de Greta Thunberg. Pensaba que era “una mala idea” que la joven se pusiera en la “primera línea” de la batalla contra el cambio climático.

No le gustaba que su hija faltara a la escuela para llevar a cabo sus protestas cada viernes. Incluso ahora se siente preocupado por las críticas que recibe Greta, asegura a la BBC.

No obstante, enfatiza que la adolescente está mucho más feliz desde que se convirtió en activista.

“Si ella me necesita allí, trataré de hacerlo”, dijo.