Liberan un millón de hormigas caníbales tras estar encerradas en un búnker nuclear
Ya que no tenían otra fuente de alimento, las hormigas comenzaron a comer a sus hermanas muertas.
En 2013, un grupo de biólogos descubrió que cerca de un millón de hormigas vivía en condiciones extremas en un antiguo nuclear soviético ubicado en Templewo (Polonia). Desde entonces, las estudiaron minuciosamente; y ahora que las lograron liberar, revelan lo que hallaron.
El equipo dirigido por el biólogo Wojciech Czechowski, profesor de la academia de ciencias de Polonia, descubrió que esta colonia de hormigas rojas, llamada ‘Formica polyctena’, estaba sin reina ni larvas, por lo que no podían reproducirse. La forma en que renovaban su población era mediante la llegada de hormigas del exterior, que resbalaban por una tubería de ventilación y ya no podían salir del búnker.
Además, su estudio publicado en The Journal of Hymenoptera reveló que la colonia de hormigas mantuvo su número en casi un millón durante todos estos años. Lo cual resultó muy sorpresivo, ya que no había evidencia de fuentes de alimento. Sin embargo, al examinar el lugar, los científicos se percataron de que las hormigas se alimentaban de las que morían.
Las hormigas del exterior caían por el tubo de ventilación. Foto: The Journal of Hymenoptera
“Los cadáveres sirvieron como una fuente inagotable de alimentos que permitieron sustancialmente la supervivencia de las hormigas atrapadas en condiciones extremadamente desfavorables”, explicaron los biólogos en el artículo.
Cuando inspeccionaron el búnker, hallaron dos millones de cadáveres de hormigas y un millón vivas.
Los científicos señalaron que las hormigas solo practican el canibalismo cuando entran en guerra con otras colonias, pero las hormigas que estudiaron recurrieron a esta práctica porque seguramente fue su única opción de supervivencia.
Los investigadores lograron evacuar a las hormigas y descubrieron dos millones de cadáveres. Foto: The Journal of Hymenoptera.
El equipo quiso observar cómo se comportarían las hormigas puestas en libertad. Para este fin, instalaron un puente improvisado desde el agujero de ventilación. Las hormigas comenzaron a subir y llegaron a la superficie. Finalmente, casi todas las hormigas liberadas volvieron a su guarida sin mostrar ningún comportamiento hostil con las demás.