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La rara enfermedad que está paralizando a los niños en Estados Unidos

Los científicos lo relacionaron a la polio, una enfermedad que se creía controlada. Ahora revelan que se trata de un una forma de virus más compleja que se fue expandiendo silenciosamente.

La enfermedad fue relacionada a la poliomielitis, pero no se encontró el virus responsable de ese mal. Imagen referencial.
La enfermedad fue relacionada a la poliomielitis, pero no se encontró el virus responsable de ese mal. Imagen referencial.

Cientos de niños en Estados Unidos están siendo atacados por una misteriosa enfermedad parecida a la polio. Entre los síntomas observados por los científicos, destaca la parálisis repentina, en muchos casos irreversible. Sin embargo, hasta ahora no habían identificado qué causaba este mal, conocido como mielitis flácida aguda (MFA).

Desde que se dio a conocer en 2012, los casos de MFA han aumentado de manera alarmante al punto de convertirse en una epidemia que mantiene en vilo a los padres que no saben cómo evitar que sus hijos adquieran esta enfermedad.

Hace unos días, un nuevo estudio publicado en la revista Nature medicine ha revelado la posible causa: el enterovirus D68 (EV-D68), un tipo de virus complejo que fue encontrado en el líquido cefalorraquídeo de los menores afectados.

Esta conclusión fue reforzada por estudios anteriores, que ubicaron anticuerpos contra enterovirus en el sistema nervioso central de la gran mayoría de pacientes. Aunque los resultados no alcanzan a detectar al virus en acción, los científicos ya cuentan con la evidencia más sólida hasta el momento del patógeno detrás de la epidemia que azota EE. UU. en los últimos años.

Pero esto no basta, ya que deben determinar cómo surge este mal.

En muchos casos, la parálisis repentina se torna irreversible. Imagen referencial.

En muchos casos, la parálisis repentina se torna irreversible. Imagen referencial.

Síntomas confusos

La enfermedad se manifiesta, en un inicio, como una forma de resfriado. Luego comienza a dañar el sistema nervioso central, debilitando los músculos y reduciendo los movimientos reflejos. Estos síntomas hacían pensar que se trataba de la poliomielitis, pero los epidemiólogos no encontraron signos del poliovirus y descartaron esta posibilidad.

Más adelante, comenzaron a tomar en cuenta a un patógeno complejo pero relativamente común, el EV-D68, el cual estuvo asociado con problemas respiratorios leves.

Los expertos en salud ya conocían este patógeno, que fue detectado en la década de 1960 y posteriormente fue considerado de bajo riesgo debido a que solo se reportaron 26 casos entre 1970 y 2005. Por tal motivo, no se le consideró como motivo de alarma al inicio de este nuevo brote.

En 2014, la situación se tornó más seria. Un récord de infecciones respiratorias graves causadas por el EV-D68 y la posterior ola de parálisis repentinas en los niños.

Actualmente, los investigadores tratan de entender el ‘método de ataque’ de este enterovirus para idear formas de prevención y combate más efectivas.