Padre abusaba de su hija con la aprobación de la madre y la abuela
El hombre “inmovilizaba a la niña para vencer su resistencia y le decía que si contaba algo la mataría”. Como consecuencias de los abusos, la menor “sufre un daño psicológico".
En España un padre violó a su hija de 13 años de edad con el consentimiento de la madre y la abuela. Es miércoles se conoció la celebración del juicio por el caso de agresión sexual.
La Fiscalía de la ciudad de Galicia, España, pidió diez años de prisión para el hombre que violó a su hija durante dos años seguido. Además de ello también se pidió nueve años de cárcel para la abuela y dos para la madre por no auxiliarla.
Para el hombre también pidieron privación de la patria potestad, la libertad vigilada por otros diez años, una orden de alejamiento para la niña y sus otros dos hermanos a 500 metros, y la prohibición de comunicarse con ellos durante 20 años.
“Ninguna de las dos, pese a su parentesco y convivencia con la menor, impidió que el acusado continuase agrediéndola, ni acudió a las autoridades o a terceros para denunciar los hechos o pedir ayuda”, dijo la fiscal.
En el juicio se leyó que el agresor obligaba a su hija a “realizarle tocamientos indebidos”, la penetraba y le causó daños en sus partes íntimas por las múltiples agresiones. También era constante que la sentara en su regazo y “frotarse con ella”.
El hombre “inmovilizaba a la niña para vencer su resistencia y le decía que si contaba algo la mataría”, relata el texto.
Como consecuencias de la violación sexual, la niña tiene “sufre un daño psicológico, ya que ha manifestado pesadillas, dificultades para dormir y conductas heteroagresivas”.
Cabe destacar que la niña le contó lo sucedido a su madre. Sin embargo, la acusada padece una discapacidad intelectual leve y una adicción al alcohol. Incluso, también era “objeto de las conductas violentas” de su pareja, por lo que le daba miedo enfrentarse.
Por su parte, la abuela fue acusada de un “delito continuado de agresión sexual”.
Los acusados deben indemnizar a la menor por el daño morales y físico ocasionado de 20 000 euros.
Desde el año 2017, la niña fue adoptada y no está en contacto con ninguno de sus progenitores, ni con su abuela.