Padre corre maratones con su hijo tetrapléjico: “Solo le presto mis brazos y mis piernas para que él compita”
El ‘Equipo Hoyt’ ha participado en más de mil carreras, entre triatlones, ciclismo y hasta natación. Hoy son una leyenda que inspira a millones de personas en el mundo.
Cuando Rick Hoyt nació, en 1962, en Massachusetts, Estados Unidos, fue diagnosticado con tetraplejia con parálisis cerebral espástica. Esto es, su cerebro era incapaz de enviar órdenes para que sus músculos se movieran adecuadamente.
Los médicos recomendaron internar a Rick en una institución especial; sin embargo, sus padres, Dick y Judy, se negaron rotundamente. Desde entonces, hicieron lo imposible para que su hijo llevara una vida como todos. Hoy son un ejemplo de lucha.
Dick y su hijo Rick cuando este último era adolescente.
Equipo Hoyt
La conmovedora historia de Rick revela el increíble amor de un padre a su hijo. Actualmente, Dick y su primogénito conforman el ‘Equipo Hoyt’ y juntos han corrido más de mil maratones desde 1977.
Rick tenía 15 años cuando le pidió a su padre, a través de un computador especial que utiliza para comunicarse, participar en un carrera benéfica a favor de un jugador que había quedado paralizado.
“Yo acababa de cumplir 37 años. La verdad, desde mi grado de bachiller, mi relación con los deportes había sido poca. Sin embargo, no dudé en participar en la carrera mientras empujaba a Rick en su silla de ruedas”, cuenta Dick a través de Soho.
“Logramos un honroso penúltimo lugar. Fue muy difícil. Cruzamos la línea de llegada y yo me estaba quedando sin aliento, mi corazón latía más fuerte que nunca”, continúa.
Dick creyó que solo fue una experiencia más, pero lo cierto es que se convirtió en la primera de muchas. Esto lo confirmó luego de que su hijo Rick le comunicará su alegría por haber corrido juntos.
“Papá, cuando corro, siento que no soy discapacitado”, le dijo. Ese mensaje fue fundamental para motivar a Dick a seguir compitiendo.
Dick nunca se apartó del lado de su hijo Rick.
Amor de padre
Después de haber corrido cinco millas, Dick se dio cuenta de que no tenía las condiciones físicas para continuar en otras competencias. Sin embargo, las palabras de su hijo no salían de su cabeza y decidió cumplir su sueño.
Consiguió una silla especial de tres ruedas que serviría para “correr”. En tanto, Dick Hoyt se dedicó a practicar todos los días para ganar resistencia. Aun cuando no podía hacerlo con Rick porque estaba estudiando, utilizaba una bolsa de cemento de 43 kilos que ponía sobre la silla para simular el peso.
Con mucho esfuerzo, perseverancia y sobre todo su motivación por hacer que su hijo no se sienta más un discapacitado, Dick logró ganar resistencia y hasta superar su récord personal.
Dick se convirtió en un hombre fuerte y deportista.
Nuevos retos para el Equipo Hoyt
En 1981, los Hoyt enfrentaron su primer gran reto. Se inscribieron en la maratón de Boston, una caminata de 42 kilómetros. Parecía difícil y hasta imposible, pero lo lograron.
“Estábamos en la categoría de Rick. Él estaba en sus veintes y yo en mis cuarentas, entonces, tenía que ser muy fuerte para competir con personas a las que doblo la edad”, cuenta Dick.
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Cuatro años después, se propusieron algo mucho más ambicioso: competir en una triatlón. Debían no solo correr, sino también hacer ciclismo y nadar. Para lograrlo, utilizaron un bote para transportar a Rick durante la carrera de natación. Dick ató a su cintura el barco e iniciaron la competencia.
Para el ciclismo, compraron una bicicleta de dos plazas y para el último tramo, la silla de ruedas de siempre. Pese a su admirable acción, Dick afirma que todo lo que hace es gracias a su hijo Rick.
“Si no fuese por él, yo no estaría aquí compitiendo. Lo que estoy haciendo es prestándole a Rick mis brazos y piernas para que pueda estar allí compitiendo como todos los demás”, asegura.
Más eventos siguieron después como el Triatlón Ironman en Kona, Hawaii; una caminata de 47 días consecutivos que incluía atravesar 18 estados, y más maratones de Boston. En total, juntos realizaron aproximadamente 1108 competencias.
El 'Equipo Hoyt' también participó de ciclismos.
Fundación Hoyt
En el 2005, el ‘Equipo Hoyt’ se dio cuenta de que podía hacer más. Decidieron crear su propia fundación, a través de la cual ayudan y motivan a las personas con discapacidad para poder competir en diferentes deportes.
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Bajo el lema “Sí se puede”, los Hoyt han emprendido un largo camino de inspiración para otras personas en condiciones similares. Esta iniciativa los ha hecho merecedores de reconocimientos y premios por su noble labor.
La última maratón del equipo fue en el 2014, con Dick de 74 años y Rick de 53.
“Corremos por las personas que piensan que no se puede correr”, concluye Dick.
Dick y Rick después de la maratón de Boston de 1981.
Datos:
- Rick logró graduarse en Educación Especial en la Universidad de Boston y actualmente trabaja como desarrollador de sistemas para computadores de ayuda, como la que él usa.
- Rick también escribió un libro en el que le dedica una conmovedora carta a su padre agradeciéndole todo el esfuerzo que hizo por él.