Descubren una estrella tambaleante que Einstein predijo hace más de 100 años
Un equipo de astrónomos detectó un púlsar que oscila misteriosamente mientras orbita una estrella de neutrones, algo que fue predicho por la teoría de la relatividad general de Albert Einstein.
La teoría de la relatividad general de Albert Einstein ha sido confirmada otra vez gracias a que un equipo de astrónomos ha descubierto un increíble púlsar (estrella de neutrones giratoria), que se tambalea u oscila rápidamente, como un péndulo acelerado.
Los púlsares son objetos muy densos que se originan a partir de una estrella muerta. Se caracterizan por girar miles de veces por segundo y emitir chorros de partículas cargadas desde sus polos magnéticos. Estas partículas son aceleradas a casi la velocidad de la luz, creando rayos que resplandecen en el espacio como faros cósmicos.
Gregory Desvignes, astrónomo del Instituto Max Planck de Radioastronomía de Alemania publicó los resultados de su estudio en la revista Science, el 6 de septiembre.
Los astrónomos querían comprobar la oscilación -o precesión- de dos púlsares (ubicados a 25 000 años luz de distancia) mientras se orbitan entre sí, un fenómeno sumamente extraño que fue predicho por Einstein. Pero, ¿qué fue lo que propuso el famoso físico?
Albert Einstein formuló por primera vez la teoría de la relatividad general en 1915. En ella describe cómo la materia y la energía deforman el tejido del espacio-tiempo para crear la fuerza de la gravedad, y cómo los objetos muy densos (mucha masa en un espacio pequeño) pueden doblar considerablemente este tejido, como canicas de metal puestas sobre una delgada tela suspendida en el aire.
Según la relatividad general, si dos púlsares se encuentran orbitando entre sí, pueden crear una ligera oscilación a medida que giran. Esto se llama precesión de giro relativista.
Durante la investigación, el equipo de Desvignes se percatató de que el púlsar que estudiaban (PSR J1906+0746), que orbita otra estrella de neutrones, había perdido uno de sus rayos después de 14 años.
Al examinar los datos de las observaciones de 2004 a 2018, se percataron que la desaparición del rayo se debía a la oscilación del púlsar. Había ocurrido la precesión, tal como lo predijo la teoría de la relatividad general.
“El experimento nos llevó mucho tiempo completarlo", dijo Michael Kramer, director del departamento de investigación de Física Fundamental en Radioastronomía del Instituto Max Planck, en un comunicado publicado en Phys.org.
El científico resaltó que para lograr este hallazgo “ser paciente y diligente realmente ha valido la pena”.