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Las víctimas detrás de las ilustraciones del mejor libro de anatomía nazi [FOTOS]

El Topographical Anatomy of Man es considerado el mejor libro de anatomía debido a sus tan vívidas y precisas ilustraciones. Sin embargo, esos dibujos tienen un origen realmente macabro.

Más de 60 años después, el atlas sigue siendo uno de los mejores recursos para obtener información visual para trabajos anatómicos y quirúrgicos detallados
Más de 60 años después, el atlas sigue siendo uno de los mejores recursos para obtener información visual para trabajos anatómicos y quirúrgicos detallados

La piel, los músculos, los tendones, los nervios y otras partes del cuerpo humano se grafican especialmente con minuciosidad en las ilustraciones del Topographical Anatomy of Man. Ningún otro manual de anatomía muestra tanta perfección y esta es la razón por la cual, pese a haber sido creado a mediados del siglo XX, sigue siendo consultado hasta la actualidad.

No obstante, tanta perfección oculta un lado oscuro. El libro fue elaborado en una época convulsionada por el holocausto nazi. Su autor, Pernkopf, fue un médico miembro del partido de Hitler y utilizó los cadáveres de los prisioneros para realizar la obra maestra.

Las complejas ilustraciones dibujadas a mano que muestran el cuerpo humano en todo su esplendor, capa tras capa, han ayudado a cientos de cirujanos a terminar su trabajo, según señala la BBC.

Imagen 2

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La Dra. Susan Mackinnon es uno de ellos, quien pudo completar un procedimiento gracias a los complejos gráficos del manual. Aunque, confiesa, se siente incómoda por cuestiones de ética, debido al origen del libro.

Un dilema médico

El rabino Joseph Polak, un sobreviviente del holocausto nazi y profesor de Derecho de la Salud, considera que el libro es un enigma moral. Se trata de un escrito que deriva y es prueba de un “mal real”, pero que puede usarse “al servicio del bien”.

"Mire a la doctora Mackinnon; no pudo encontrar un nervio siendo la mejor en su campo. (Durante la operación) el paciente le dijo: ‘Quiero que me corten la pierna si no puede encontrarlo’, y nadie quiere que eso suceda. Así que tragó saliva y pidió que trajeran el atlas de Pernkopf. Minutos después pudo hacerlo debido a estas ilustraciones”, comenta.

“Si esto iba a curar a esta persona y devolverle la vida, entonces no hay duda de que el atlas puede usarse”, agregó.

En efecto, en el manual se puede apreciar cuerpos cortados y disecados a lo largo de miles de páginas realmente muy vívidos.

iMagen HUMANO

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Sin embargo, su origen oscuro ha causado una división en la comunidad científica. El Dr. Jonathan Ives, un bioético de la Universidad de Bristol, está de acuerdo con que el atlas es “increíblemente detallado”, pero dice que está contaminado por su “pasado horrible”.

“Si lo estamos usando y cosechamos sus beneficios, implica que de alguna manera somos cómplices”, dice. “Pero también se podría argumentar que al no usarlo, el atlas se perdería y no podría usarse como un recordatorio de lo que sucedió”, agrega.

En tanto, la Dr. Mackinnon, cree que sigue siendo una herramienta vital, incluso si su pasado nunca puede ser olvidado.

“En mi experiencia, retrasaría enormemente la cirugía nerviosa detallada si estos libros se pierden”, señala.

Cuerpo mujer

Cuerpo mujer

¿Cómo se elaboró el libro?

Eduard Pernkopf tardó 20 años para elaborar el libro de anatomía. Durante esas dos décadas de ardua labor, Pernkopf utilizó varios de los cuerpos de los prisioneros ejecutados por el régimen de Hitler que ascendían en total a 40 000, según la investigadora Sabine Hildebrandt, de la Escuela Médica de Harvard.

De estos, al menos la mitad de las 800 imágenes del atlas provienen de presos políticos, que incluían homosexuales y lesbianas, gitanos, disidentes políticos y judíos.

Pero Pernkopf no trabajó solo. Él dedicó 18 horas al día para diseccionar los cuerpos, mientras que un equipo de artistas se encargaban de crear las ilustraciones para el manual.

Pernkopf y su equipo

Pernkopf y su equipo

La primera edición del atlas se publicó en 1937 e incluía las firmas de los ilustradores Erich Lepier y Karl Endtresser, con esvásticas y la insignia de doble rayo de las SS.

Se vendieron miles de copias del atlas en todo el mundo y se tradujo a cinco idiomas.

El autor del mejor libro de anatomía

Pernkopf fue un austriaco que ascendió en el mundo académico gracias a su apoyo al partido de Adolf Hitler. Fue un ferviente servidor de los nazi, tanto que vestía el uniforme para trabajar todos los días.

Cuando se convirtió en decano de la escuela de medicina de la Universidad de Viena, despidió a todos los miembros judíos de la facultad, incluidos tres premios Nobel.

En el Tercer Reich, se estableció una nueva ley que asegurara que los cadáveres fueran enviados directamente al departamento de anatomía del médico para servir de experimentos. Incluso, a veces el instituto estaba tan lleno que las ejecuciones debían posponerse.

Libro tomo ii

Libro tomo ii

Después de la guerra, Pernkopf fue arrestado y despedido de la universidad. Estuvo recluido en un campo de prisioneros por tres años, pero nunca fue acusado de ningún delito.

Luego de ser liberado, regresó a la universidad para trabajar en el atlas, y publicó un tercer volumen en 1952. Poco antes de la publicación de un cuarto volumen, tres años después, falleció.

Pese al veto, el libro de anatomía nazi todavía tiene vigencia

En la década 1990, los estudiantes y académicos realmente comenzaron a cuestionarse quiénes eran las personas en el atlas. Luego que se revelará la historia de las víctimas detrás de las ilustraciones, el libro dejó de publicarse en 1994.

De acuerdo con el Royal College of Surgeons, el manual no está en uso en el Reino Unido, aparte de ser retenido por las bibliotecas con fines históricos; no obstante, es probable que muchos médicos lo tengan todavía entre sus libros de consulta.

cOLECCIÓN

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Una encuesta reciente a cirujanos nerviosos reveló que el 13% todavía usa el atlas de Pernkopf. De estos, el 69% dijo que se sentían cómodos usándolo aun conociendo su historia, el 15% se siente incómodo y el 17% está indeciso.

Al respecto, la doctora Hildebrandt opina que el atlas sigue siendo uno de los mejores recursos para obtener información visual útil para trabajos anatómicos y quirúrgicos que necesitan de mucho detalle. Sin embargo, opina, no se debe olvidar la historia que esconde.

“En la cirugía de nervios periféricos, algunos cirujanos consideran que es una fuente de información única e insustituible, pero yo personalmente no uso las imágenes de Pernkopf en mi enseñanza de anatomía a menos que tenga tiempo para hablar sobre su historia”, afirma.


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