Haydeé Cáceres, a sus 74 años, descarta retirarse de la actuación: “Cuando pierda la memoria”
Haydeé Cáceres habla de lo difícil que es tener trabajo a su edad pese a que se siente con mucha energía. “Las actrices y los actores de 60 años para arriba están fregados”, afirmó la artista peruana.
La primera actriz Haydeé Cáceres vuelve al teatro con ‘El hombre sin memoria’, que cuenta la historia de un personaje que es golpeado y abandonado en la carretera y no recuerda ni su nombre. Mientras trata de recuperar la memoria, es apoyado por una joven que lo acoge en su casa y cuya madre busca a su hijo mayor, al que los militares desaparecieron años atrás acusándolo de terrorista.
La puesta en escena, que cuenta con la participación de Alberick García, Marcia Huamaní, Ricardo Bromley y Haydeé Cáceres, se presentará del jueves 2 al domingo 26 de mayo del 2024, de jueves a sábado a las 8.00 p m. y domingos a las 7.00 p. m. en la sala Ricardo Roca Rey de la Asociación de Artistas Aficionados (jr. Ica 323, Lima). Las entradas se encuentran a la venta en Joinnus.
Haydeé Cáceres comparte roles con Alberick García, Marcia Huamaní y Ricardo Bromley. Foto: difusión/Antimateria
En una reciente entrevista con La República, además de dar detalles de ‘El hombre sin memoria’, la actriz Haydeé Cáceres cuenta lo difícil que es tener trabajo a sus 74 años y expresa su emoción por el próximo estreno de ‘Viejas amigas’, en la que comparte roles con otras reconocidas actrices, como Ana Cecilia Natteri, Milena Alva y Patricia Fraysinett.
Haydeé Cáceres feliz en ‘El hombre sin memoria’
—Vuelves a dar vida a una mujer que busca al hijo del que sabe que está muerto, ¿qué te gusta de esta obra?
—Me gusta todo. Me gusta la reflexión. Es una obra de una situación que hemos vivido y que nos pone en alerta siempre. Ustedes, los jóvenes, no han pasado por esos momentos tan trágicos, tan fuertes, tan dolorosos… de salir a la calle, ver un auto y decir ‘es un coche bomba’. Ha sido horrible, ha sido una guerra donde han muerto muchos inocentes, que no tenían nada que ver. Esta obra plantea esto, de una familia en la sierra que pierde a su hijo, pero la madre lo busca desesperadamente porque su espíritu no está descansando en paz. La juventud debe saber esto para que no se vuelva a repetir, para que no volvamos a encontrarnos con ese temor, con esos miedos, con esa incertidumbre de qué cosa va a ser del país. Y también para saber que ya tenemos las herramientas para poder defendernos.
—¿Crees que ‘El hombre sin memoria’ puede revivir esa herida de muchos que no le dieron una cristiana sepultura a sus seres queridos?
—Por supuesto que lo va a hacer, porque muchas personas, sobre todo los de provincia, han perdido a toda su familia. Es lo que nosotros queremos lograr. Y los que no recuerdan, que vean esta obra. No es ficción, es verdadera.
—Hay historias mucho más light y otras más crudas como ‘El hombre sin memoria’, ¿en cuál prefieres participar?
—Soy actriz. Me he preparado para interpretar cualquier personaje en cualquier género, estilo, etcétera. Entonces, cuando quiero abordar un personaje, lo hago en forma verdadera y tenemos todas las herramientas para hacerlo; para eso hemos estudiado la preparación de un personaje y hay que hacerlo creíble. Eso es lo bonito de nuestro trabajo y eso es lo que les digo también a mis alumnos: ‘No hay que hacer las cosas por hacerlas’.
—Aparte del guion, ¿te has documentado por otro lado para interpretar a este personaje?
—Por supuesto que hemos investigado. Nos hemos reunido con personas de Ayacucho. Ellos son los que más han sufrido en esta guerra. Sí nos hemos documentado.
—¿Crees que el cine tiene que ser un canalizador de crítica social?
—No solo el cine, también la televisión y el teatro. Todos los medios. Por eso es que nunca me han gustado —aunque lo he hecho— las comedias fáciles, las comedias que no tengan mensaje o que no nos hagan reflexionar, sino cosas reales.
—¿Has rechazado papeles que no te han gustado?
—Sí, pero no rechazar por rechazar tampoco. Hay que ser muy diplomático.
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—¿Cómo se los dices?
—Se dice ‘no estoy de acuerdo con algunas cosas, con la historia, con el argumento’. Y es comprensible porque, si tú aceptas algo con lo que no estás de acuerdo, te va a salir mal (…). Cuando me hablan de una obra, de una película o de un programa de televisión, me tiene que gustar para aceptarlo.
Haydeé Cáceres se siente joven a sus 74 años
—¿Es difícil para un productor joven dirigir a una primera gran actriz?
—No. Yo soy una obrera del teatro. Me pongo en las manos de cualquiera. Por ejemplo, puede ser un joven director como Renato Piaggio, de ‘El hombre sin memoria’. Renato es un joven director, pero muy talentoso. Ha realizado varias producciones teatrales, y me pongo en sus manos ciegamente porque sé que está trabajando duro para sacar algo bueno. Ensayamos muy bien y yo feliz.
—¿Qué es lo bueno de trabajar con gente joven?
—Me gusta porque aprendo de ellos, porque ellos me transmiten su energía y su vitalidad. Yo me siento verdaderamente feliz. Soy un poquito egoísta porque yo quiero ser la única vieja en el grupo (se carcajea).
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—Y justo se viene ‘Viejas amigas’
—Ay, ‘Viejas amigas’ es una ternura, el mensaje de esa película es la amistad sincera. Es hermoso y hemos trabajado muy bien las cuatro (Ana Cecilia Natteri, Haydeé Cáceres, Milena Alva y Patricia Fraysinett). Han sido unos días de mucho esfuerzo. Yo me enfermé, me dio un montón de cosas, pero seguía y seguía en la lucha.
—¿Grabar con actrices reconocidas es mucho más fácil?
—Uhm, todos son mis compañeros. Yo no hago esa diferencia de artistas famosos porque en la cancha se ve a los toros. Cuando trabajamos nunca somos seres individuales, sino conformamos un equipo de trabajo. Cuando uno se siente divo, ahí (en la cancha) se le acaba el divismo, porque el trabajo no permite hacer esa selección (…); lo que interesa es el trabajo que vas a transmitir al público y la aceptación del público hacia ti.
Haydeé Cáceres defiende a los artistas mayores
—¿Crees que ‘Viejas amigas’ es una reivindicación para las artistas mayores?
—Eso es muy importante y eso no se hace aquí en el Perú. Las actrices y los actores de 60 para arriba están fregados. Por eso me gusta ver algunas telenovelas turcas, porque ves gente de noventa y tantos años trabajando. Qué lindo es ver que valoren a sus actores, a sus actrices, a sus artistas en general.
—En cambio, acá te preguntan cuándo te vas a retirar…
—Sí. Cuando me dicen si me voy a retirar, (les digo que) no. Me voy a retirar cuando pierda la memoria (…). Yo me siento fuerte, con mucha energía, con muchas ganas de trabajar y de transmitir lo que he aprendido a mis alumnos. Esa es la solidaridad que uno debe tener, no el egoísmo. Algunos dicen por qué voy a enseñar lo que a mí me han enseñado. Hay actores que así se han expresado. Y eso no puede ser. Al contrario, cuando te vas de acá, se queda tu trabajo, tu amor, tu compañerismo. Lo bonito es que te recuerden bien.
—¿Tienes haters?
—No, felizmente no tengo enemigos. Al contrario, todos mis compañeros son tan lindos conmigo, son tan respetuosos. Todos me quieren. Lo que no quisiera perder es eso: el cariño de mis amigos y del público.
Edición Impresa - La Republica | Lima - Domingo 24 de Noviembre del 2024