Javier Masías, juez de "El gran chef famosos": "Este lado de crítico siniestro era algo que extrañaba"

Javier Masías, reconocido periodista peruano especializado en gastronomía, goza de una larga trayectoria como crítico en el mundo de la cocina. Sus diversas columnas para medios nacionales e internacionales enfocados en el rubro, la coautoría junto con Gastón Acurio del libro “Bitute”, la conducción del programa digital “Saber de sabor” (emitido en 2020), participar de la galardonada plataforma “7 caníbales” y aparecer en la serie de Netflix “Street food” lo han llevado a que Latina y Rayo en la Botella apuesten por él para integrar el jurado del reality “El gran chef famosos”.

La República tuvo la oportunidad de conversar, en exclusiva, con el riguroso juez del nuevo programa de Latina, quien reveló detalles de su primera incursión en la pantalla chica, del curioso rol que cumple en este innovador formato televisivo, del cariño del público en redes sociales y su relación con los famosos peruanos. Además, se animó a contar anécdotas personales que lo impulsaron a dedicarse al periodismo gastronómico. A continuación, conoce más acerca de Javier Masías, conocido en Instagram como ‘Omnivorus’, copropietario de la librería Babel (@Babel.Lima) y crítico que conquista las redes sociales con sus minuciosas apreciaciones sobre los platillos que prueba en los distintos restaurantes del Perú y el mundo. 

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—¿Cómo llegó la oportunidad de integrar el programa "El gran chef famosos"?

—Me habían dicho alguna vez para hacer algo en televisión, pero lo que realmente me movilizó a aceptar esta propuesta fue el maravilloso equipo humano que está detrás. Fue Anita Roca Rey la que me trajo. Me encanta Rayo en la Botella, porque han mantenido en la televisión peruana mucha calidad en cuanto a realities de concurso en el prime time durante más de 10 años.

Pensé, cuando llegué, que íbamos a ser críticos de cocina de verdad, pero no imaginé que los famosos que competían iban a ser tan calamitosos; y para serte franco, cuando me di cuenta de eso, me divirtió todavía más. Dije: "Qué entretenido humanizar estas celebrities. Muchas veces los miramos a la distancia en un pedestal, y, ahora, los vemos fracasar deliciosamente y recordamos que somos humanos todo el tiempo.

Me han pedido que interprete el papel del malo. Este lado de crítico siniestro que me está sacando el programa era algo que extrañaba mucho. Interpreto un personaje que existe en mí, pero no soy todo el tiempo un crítico maligno. De hecho, me paso la mayor parte del tiempo riéndome.

—En ese sentido, Javier, ¿creaste un alter ego para el programa o realmente esa es la verdadera personalidad de Javier Masías?

—Todos hemos visto televisión, vemos cine y tenemos la idea de que alguien es de determinada manera solamente por lo que leemos sobre ellos o lo que dicen terceros en esas pantallas. Creo que la responsabilidad de la prensa y la televisión tiene que ver con construir esas realidades lo más fidedignamente posible, pero también es verdad que estoy aquí jugando, que me estoy divirtiendo mucho siendo el malo en la película, siendo el ogro.

Todos los que están compitiendo tienen muchísimo más tiempo en la televisión, que es un mundo salvaje, un mundo de sobrevivientes y un mundo bastante difícil. Y eso es lo otro que me incentiva, que en este mundo hostil tenemos estas 12 personas maravillosas que están haciendo una televisión que es amable, que transmite valores, en la que hay compañerismo, no hay homofobia, no hay racismo.

No sé si durará 20 años —ojalá que dure dos, tres, cuatro o cinco temporadas—, pero está poniendo en el prime time valores que son positivos y que nos conviene incentivar. La televisión está volviendo a unir familias alrededor de una pantalla justo cuando las pantallas hacen todo lo posible por separarnos.

Me parece que es una gran apuesta de Latina y Rayo en la Botella, que se han atrevido a hacer una TV con estas características. Todos sabemos que el morbo vende más, pero una inteligencia amable también puede vender.

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—Javier, ¿cómo te sientes respecto al cariño que ha recibido "El gran chef famosos"? En redes sociales se lee muchos comentarios positivos.

—Me parece fascinante ver que en todos lados están hablando de "El gran chef famosos". La gente me identifica en la calle, y debo decir que hay todo tipo de entusiastas, hay algunos que se acercan con mucho cariño, otros que no tanto. Es una experiencia inédita para mí y estoy aprendiendo a entenderla.

—"El gran chef famosos" se emite a partir de las 8.00 p. m., a la par con otros programas de gran sintonía como "Al fondo hay sitio" y "Esto es guerra". ¿Te preocupa la competencia? ¿El rating? ¿O estás plenamente enfocado en la labor de juez y en divertirte con los participantes y ofrecerle lo mejor al público?

—El rating no me preocupa, creo que puede estar equivocado, creo que los indicadores son importantes, pero el principal indicador es el entusiasmo de las personas y la alegría compartida. Y creo que, de repente, si hiciéramos algunas cosas más salvajes y malcriadas, probablemente tendríamos más sintonía, pero haríamos una televisión menos interesante. Y en lo que a mí respecta, lo único que me interesa es hacer cosas de calidad. Siento que estoy con el grupo y en el lugar correctos. Al programa le va bien, lo suficientemente bien como para sostenerse, crecer y todo está yendo para arriba.

Sobre la competencia, no la he visto. Pero estoy convencido de que en “Al fondo hay sitio” hay grandes profesionales de la actuación. Sobre “Esto es guerra”, no tengo ningún interés en mirarlo porque no me atrapa ese tipo de contenido. Sí, les deseo lo mejor, pero estoy más enfocado en hacer lo mío; y, si vamos a competir, que cada uno haga lo mejor que sabe hacer.

Lo que sí quiero felicitar es el entusiasmo de Latina y Rayo en la Botella por creer en una televisión más amable, más integradora, con valores positivos y en pensar en un enfoque menos solemne, más divertido y más empático en torno al tema de las celebridades. Y también creo que esto es muy beneficioso para la gastronomía, porque nos humaniza a todos. La cocina es el único acto que compartimos todos los peruanos. Hasta en seleccionar una manzana que no vas a siquiera picar, sino llevártela directamente a la boca, hay una elección gastronómica. Y hablar este lenguaje de una manera tan transversal como lo hace "El gran chef: famosos" hace que la gastronomía vuelva a tener un lugar en el corazón de los peruanos, porque siento que hace tiempo que no lo tenía. Entiendo que se han intentado varios realities en la televisión peruana y he visto alguno, pero la verdad es que no he visto la mayoría. La mayoría tiene una vía muy corta.

Espero que este no sea el caso y que otra vez la gastronomía vuelva a juntar los corazones de los peruanos en una dirección. Y siento que esa dirección es la que propone "El gran chef famosos"; es decir, una dirección horizontal, integradora, competitiva también, pero sobre todo amable con las personas. Me toca ser el malo en la pantalla, pero también decir esto aquí.

—En una edición de "El gran chef famosos", Miguel Vergara se quebró al preparar tamalitos verdes, ya que con este platillo recordaba a su madre. Javier, ¿alguna vez pasaste por una experiencia similar que te hizo rememorar un hecho?

—Muchas veces. Decidí dedicarme al periodismo gastronómico de manera completa. He profundizado en esto, invertí mucho tiempo, energía y dinero en este rubro porque muchas veces la cocina me llevaba a lugares emocionalmente muy lindos.

A veces, me pongo a pensar en por qué cosas tan sencillas como un pan con queso y jamón con mantequilla puesto en una plancha me pueden poner tan feliz. Y tal vez tenga que ver con que mi mamá, era quien nos preparaba esa comida, los domingos, en una generación de mujeres que trabajaron intensivamente y no tenía tanto tiempo para cocinar.

Me encanta comer tortillas de atún porque me hace acordar a mi abuela, quien fue una extraordinaria cocinera. Ella usaba una taza de cebolla —nunca me voy a olvidar— y ‘caleteaba’, entre las latas de atún de su receta, una de sardinas para potenciar el sabor.

Entonces, si bien en la alta cocina, en tanta técnica y creatividad, es imposible aburrirse y uno encuentra emociones muy complejas, al final uno siempre vuelve a los sabores con los que se relacionó con el amor.

Y es por eso que, a mí, la experiencia de Miguel Vergara con los tamalitos de su familia me parece profundamente humana. Es algo con lo que me identifico al cien por ciento, porque todos tenemos corazón, todos comemos y todos nos relacionamos con esas dos instancias.

—Javier, ¿tienes algún participante que te esté dejando gratamente sorprendido?

—Una de las cosas que me ha sorprendido es que son gente profundamente humana, nos enseñan cómo competir, cómo fracasar, cómo ganar, cómo triunfar, el valor de una pequeña victoria, el valor del aprendizaje. ¡Dios mío, cuánto han aprendido ellos en este programa y cuánto hemos aprendido los jueces observándolos! ¡Eso es increíble!

Y lo segundo que me sorprende es que realmente empezaron muy malos. Ahora hay algunos que están mejorando drásticamente y otros que se han ido porque no eran tan buenos. Creo que sí va a prevalecer el o la mejor. O, en todo caso, si el nivel no está tan alto en ese episodio, lo menos malo.

Los participantes son gente bien resiliente, y eso me parece alucinante, aprendes bastante de ellos.

Y en relación con qué famoso podría llevarse el primer lugar, yo creo que hay un grupo de cuatro que claramente tienen grandes posibilidades de ganar la competencia, pero no te lo puedo decir, porque pienso que interferiría en el desarrollo de la misma. Y, a fin de cuentas, no los juzgo a ellos, solo califico el plato que pruebo.

—Javier, ¿cuál es el plus que debe tener cada participante de "El gran chef famosos" para sorprender a tu paladar y darte en la yema del gusto?

—La malicia es un ingrediente delicioso. Creo que no tengo mucho más que decir. Cuando alguien cocina bien, pero no tiene picardía, no tiene travesura, no tiene malicia, solo llega a lo correcto, y a veces eso no es suficiente. Es más difícil sobresalir en la solemnidad que acertar en la picardía.

Entonces, si yo estuviera en la piel de estos famosos y no quisiera terminar como desayuno de los ‘pericotitos’ de Nelly Rossinelli, siempre añadiría un poco de malicia, porque la malicia es un ingrediente muy bueno para cocinar.