Sin querer, la inocencia de una bebé de 15 meses causó un gran problema al ganador del Oscar, Simon Egan. El productor de “El discurso del rey”, prestó a su hija Lara la estatuilla que ganó el mes pasado, sin pensar que le causaría daños. Lara, sin querer, dejó caer el trofeo al piso de concreto, causándole daños superficiales. La menor se encontraba jugando con el Oscar a Mejor Película, y cuando sucedió el accidente "todos pararon y pareció como si nadie estuviera respirando. Ella no tenía idea del daño que había causado", señaló Egan a través de un video. El productor agrega que al percatarse de los daños superficiales que sufrió el galardón, llamó a la Academia y le indicaron que llevara el premio al "hospital del Oscar", ubicado en Beverly Hills. Tras 15 minutos de espera, el problema estaba resuelto.