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¿Qué hace un astrólogo en Netflix? La estrategia de Esteban Madrigal para llevar el zodiaco al streaming

Hoy el astrólogo del internet y creador de Astrología Millennial, es el autor de un libro y su conocimiento zodiacal le ha valido una comunidad de 1.300.000 seguidores.

"La astrología es tan fácil y entretenida, o tan compleja y profunda, como cada uno de nosotros quiera", afirma Esteban Madrigal, creador de Astrología Millenial. Foto: Instagram / composición de Álvaro Lozano / La República
"La astrología es tan fácil y entretenida, o tan compleja y profunda, como cada uno de nosotros quiera", afirma Esteban Madrigal, creador de Astrología Millenial. Foto: Instagram / composición de Álvaro Lozano / La República

“Pensaba en señoras, ángeles, pachuli y tarot”. Esteban Madrigal es un aries (9 de abril) que hace cinco años miraba a la astrología bajo el lente del estereotipo porque su vida ya estaba perfilada: avanzaba en el escalafón de la arquitectura con un horario de 8 de la mañana a 5 de la tarde y se desempeñaba en un ambiente laboral ‘bien padre’. “Me gustó la parte romántica —la teoría del color, lo estético— y terminé estudiando esa carrera”, confiesa. A la fórmula que parecía inequívoca, sin embargo, se le sumó un componente esotérico y silencioso, casi oculto al inicio: Astrología Millennial.  

“Me daba mucho miedo que la gente supiera que yo estaba en internet hablando de astrología. Los primeros ocho meses ni siquiera salía yo. Era un animoji”, recuerda el mexicano-estadounidense de 33 años que ahora sí es capaz de aparecer incluso en un video musical: “A las 3”, de Paty Cantú y León Leiden.

—Pero ¿cómo te vinculaste con la astrología? 

—Me volví un habitual lector del horóscopo (…). Con el paso del tiempo, la mamá de una amiga random era astróloga y estaba por comenzar un taller. Lo peor que me podía pasar era que al segundo mes diga que no, sobre todo porque soy una persona multipasional (…). Después de la primera clase regresé a mi casa muy extasiado; entonces, desde ahí me formé con esa astróloga y, luego, de forma autodidacta. Mi tiempo de estudio pasaba de dos hasta diez horas a la semana”. 

En la búsqueda de un catálogo virtual para nutrir su capacidad de asombro, Esteban notó los extremos: la astrología protagonizada por la cuadratura de la Luna en oposición a Marte —“Güey, todavía no estoy ahí”, pensaba— y aquella difundida en cuentas de memes. “Surgió la necesidad de compartir”, recuerda. Astrología Millennial nacía. 

—¿Volverías a ejercer la arquitectura? 

—Más que solo regresar a la arquitectura, muchas veces me cuestiono si quisiera empezar otro tipo de cosas; pero, definitivamente, la astrología me fascina tanto que no: no hay tiempo para hacer otra cosa. Agradezco lo que agarré de la arquitectura, pero la astrología es una pasión que me llena de gasolina todos los días.

—Otro giro mayúsculo fue mudarte de México a Estados Unidos.

—Tomé esa decisión también en pro de Astrología Millennial (…). La gran Ciudad de México era donde todo creador de contenido tenía que ir para explotar lo que tuviera. Yo pensaba: “Si me voy a Ciudad de México, sí puedo hacer muchas cosas interesantes, pero también me va a comer todo este mundo de ‘te invitamos acá y hacemos esta colaboración’. Pero ¿dónde va a quedar mi formación? ¿Y dónde va a quedar mi comunidad?”. (…) Sí creo que es ahí cuando los números se te suben a la cabeza. Es este concepto importante que me cuesta cada vez que me entrevistan: ¿soy astrólogo y creador de contenido?

—¿Cuál pesa más para ti?

—Para mí, astrólogo. La creación de contenido es algo que me da las herramientas para poder vivir de lo que me apasiona, ¡y también lo amo! ¡Amo crear! O sea, no voy peleado por ese lado, pero siempre tengo que cuidar más la parte de soy astrólogo.

—Un astrólogo que ha publicado un libro y que trabaja con Netflix. ¿Cómo lo lograste?

—¡Todo está muy loco! Se acercó la editorial (Penguin Random House) y me ofreció la posibilidad de sacar el primer libro. Justo se llama “Astrología Milennial. Encontrando tu historia en las estrellas” porque creo que de eso ha ido mi camino, de cómo yo he encontrado mi propósito, mi brillo y mi manera de ser (…). Para un arquitecto, su mayor momento de realización es cuando el diseño y los planos pasan a una casa física. Yo nunca logré llegar a eso porque mi trabajo se relacionaba más con bienes raíces, contratos, negociaciones… Y creo que Astrología Milennial me dio el regalo de poder materializar algo que había soñado en algo físico, como el libro.

—¿Y Netflix?

—Todo fue paulatino. Empecé a trabajar con diferentes marcas, y cada campaña la rompe porque es una genuina manera de conectar con los astros. Cuando se acercó Netflix lo sentí muy cabrón. Me dio la primera serie ("A través de mi ventana") y era compleja de meter en astrología y, entonces, el universo otra vez me dio las herramientas: los protagonistas se llamaban Helios, Ares y Hermes; o sea, eran los dioses griegos. Les hice una propuesta y les dije (a los miembros de Netflix): “Confíen en mí”. Desde ahí no nos hemos soltado la mano: semana a semana usamos la astrología para poder mandar el mensaje de todo lo genial que hay en esa plataforma. Yo, hoy en día, me autonombro el astrólogo residente en Netflix (risas).

Durante un antiguo podcast, Esteban le había guiñado, inocentemente, a este título: “Netflix, si estás escuchando esto, contrátame”. No lo recordaba, pero su audiencia le envió el clip y le quitó el polvo a la manifestación: “Recordé que era un sueño mío. Fue un círculo, verdaderamente”. 

—¿Y con qué sueñas ahora?

—Mi sueño sigue siendo lo mismo que he soñado en los últimos nueve años: tener una vida tranquila. Ahora le agrego esto: en la cual pueda seguir viviendo de la astrología. Que esto se mantenga y crezca; pero no desde el lado de la ambición, sino desde lo que me apasiona. 

Su turbante rojo, a veces morado, a veces amarillo, le otorga solemnidad y refuerza su caminata como ícono —‘superstar’, según las características de aries— cada vez que tiene la misión de firmar sus textos: “Que las estrellas estén contigo hoy y siempre. Tu astrólogo de cabecera, Esteban Madrigal”, escribe. Mentalmente lo hace al ritmo de “Parte de él”, el soundtrack de “La sirenita” —“Híjole, es que voy a caer mal porque está muy trendy”, bromea—.