Espectáculos

Renzo Schuller y Patricia Portocarrero vuelven al teatro: “El Perú ya quiere reírse un poco”

Los actores se reencontrarán con el público de manera presencial con la obra Pili y Nano, terapia de pareja, que dará funciones todos los lunes de octubre y que también tendrá espacio para la improvisación.

Renzo Schuller y Patricia Portocarrero hablaron con La República sobre su esperado regreso a la escena teatral. Ambos se presentarán en el Centro de Convenciones Bianca de Barranco. Foto: difusión
Renzo Schuller y Patricia Portocarrero hablaron con La República sobre su esperado regreso a la escena teatral. Ambos se presentarán en el Centro de Convenciones Bianca de Barranco. Foto: difusión

Luego de varios meses de para por la pandemia del coronavirus, la industria artística ya comenzó a reactivarse y muchos actores planean reencontrarse con su público de manera presencial. Este es el caso de Renzo Schuller y Patricia Portocarrero, quienes regresan a los escenarios con la comedia Pili y Nano, terapia de pareja.

Es la primera vez que los actores trabajarán juntos en teatro para dar vida a una pareja que está a punto de separarse. En esta ocasión, los artistas usarán su experiencia en el clown e improvisación para darle a los asistentes una experiencia única y un show cargado de humor.

Pili y Nano, terapia de pareja solo tendrá cuatro funciones, todos los lunes de octubre a las 8.00 p. m. en el Centro de convenciones Bianca de Barranco. Las entradas se encuentra a la venta a través de la plataforma Joinnus.

Renzo Schuller y Patricia Portocarrero conversaron con La República y hablaron de sus expectativas para la obra y de su reencuentro con los amantes del teatro.

- Están retornando a los escenarios con Pili y Nano, terapia de pareja, ¿cómo se sienten al reencontrarse con el público de manera presencial?

Renzo Schuller: Qué mejor manera de hacerlo con este show y con Patricia, con quien quería trabajar desde hace bastante tiempo. Ha tenido que pasar pandemia para hacer un show juntos ligado al humor y encima con público presente y todos los cuidados. Estamos contentísimos porque podemos sentir esa respuesta inmediata del público y, como es un espectáculo de humor, lo hace mucho más bonito, más real.

Patricia Portocarrero: De ahí nace la retroalimentación. Como buenos improvisadores, vamos a gozar del público y lo que pasa en la sala, esos datos que nos van a dar ellos y lo tomaremos como un punto de partida para la obra. Hay una estructura, pero hemos querido tener un espacio para la improvisación para nosotros también matarnos de risa. Cuando uno lo disfruta, eso se trasmite.

- La industria artística fue una de las más afectadas por la pandemia y recién se esta trabajando en su reactivación, ¿cómo le hicieron frente a esta situación?

R: El tema del teatro ha sido mucho más complicado, incluso ahora con el aforo reducido el negocio también se ve afectado. El ingreso es mucho menor para quienes viven netamente de esto. Ha sido complicado, pero gracias a Dios hemos tenido la oportunidad de hacer cosas paralelas y con eso nos hemos sostenido estos meses.

P: Creo que esta situación también ha generado que el público comience a apreciar aún más el ir al teatro, de tener una experiencia vivencial, tangible en una sala. Yo creo que todavía no hay la costumbre de tener en agenda semanal el ir al teatro. El público va a responder, como lo viene haciendo porque hay muchas ganas de distraerse un poco y también darnos la oportunidad a nosotros los actores de llevar ese entretenimiento.

- Cuéntenme sobre el concepto de la obra...

R: En este show hablamos un poco de las relaciones de pareja, pero en realidad de las relaciones de los seres humanos, novios, salientes, amigos. Lo bonito es que la gente se va a sentir relacionada y, además, se suma el hecho de que es gratificante dar un show presencial y para el público también es lo mismo. Estamos viviendo todos los misma situación.

- Obviamente Nano y Pili son personajes con los que muchas parejas se pueden identificar, ¿qué referencias tomaron para representarlos? ¿de alguna relación personal?

P: Definitivamente del bagaje de todo, de tus padres, de las experiencias de los amigos, de las propias. Le pusimos algunos datos, pero es algo que muchas parejas pasan. Hay algunas cosas nuestras, experiencias personales, pero los temas también son globales.

R: Hay cosas que exageramos para llevarlo al humor y partimos del cliché. Pero sí son temas con los que definitivamente la gente se siente relacionada. Eso nos da la posibilidad de tener un libro mucho más amplio para generar humor y todas las escenas.

- Además, durante la pandemia, muchos matrimonios y parejas se han visto en la necesidad de buscar terapia, que es un tema que tocarán en la obra...

R: Antes de la pandemia, quizá no había tanta comunicación y no se mostraban tanto los conflictos porque no convivías tanto con la persona. En cuarentena sí, más el estrés, el encierro, saltaban cositas que antes eran una tontería. Nosotros no tenemos la finalidad de juzgar, sino de hacer entender a la otra persona, a tolerar y respetar. Van a tener la oportunidad de relajarse un poco y conocer que esto es normal.

- Solo darán algunas funciones en Barranco, ¿hay posibilidad de dirigirlo a plataformas digitales o de extender las fechas?

R: Es un poco complicado, tendría que verse, porque ahora estamos enfocados en que las cuatro funciones se llenen, que gracias a Dios parece que va a ser así. Después veremos, pero inicialmente diría que no por los horarios. Estamos abocados a que estas funciones salgan lo mejor posible.

P: Queremos que nazca la obra, seguramente nos quedaremos con las ganas de hacer más funciones. Pero, por ahora, no hay la posibilidad de alargar, es mejor que compren sus entradas porque la verdad ya no quedan muchas.

- Tengo entendido que la acogida del público ha sido muy buena, y ya quedan pocos lugares para algunas de las presentaciones. ¿Cómo toman el apoyo de su público?

P: Fue muy lindo. A mí me pasó que salimos a la venta y con mi hijo revisamos la web, nos dimos con la sorpresa que a los pocos minutos habían cuatro lugares vendidos. Nosotros nos emocionamos, no había pasado ni media hora. Fue realmente lindo y ya la gente ha respondido. El Perú se quiere reír un poco por tantos problemas que estamos viviendo, políticos, la pandemia. Las personas necesitan desfogarse.