Protagonista. Tras ‘La cautiva’, actriz tiene su primer protagónico en el cine con 'La hora final', sobre la captura de Abimael Guzmán. “Este año quería demostrar mi versatilidad”, dice. ,Como la niña asesinada que nos habla de la crueldad del conflicto armado interno en ‘La Cautiva’, como una artista conflictuada en ‘Luz Oscura’ o la joven que llega a Lima sin saber leer en ‘De vuelta al barrio’, la actriz Nidia Bermejo se pone en la piel de esos personajes este mes, en el que la veremos también como la agente que capturó al cabecilla de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, en la película La hora final. “Este año quería demostrar mi versatilidad”, nos dice con modestia, por teléfono. En tiempos de Odebrecht, lamenta que tengamos “todo para que regresen” los años de violencia. “Por eso ‘La cautiva’ es 100% peruana, es importantísimo que la vean”. PUEDES VER Inaugurarán exposiciones por 25 años de la captura de Abimael Guzmán En el tráiler de La hora final vemos que torturan a los agentes del GEIN. ¿Hubo algo que no te imaginaste? Han sucedido bastantes cosas que desconocemos. Nunca pensé que vivían con cinco o seis soles al día, que dos compartían un menú y que pasaban diez horas en un carro esperando indicaciones. Tenían una pasión y un compromiso muy fuerte. Nos asemejamos un poco los actores, queremos hacerlo bien, tanto, que olvidamos, a veces, nuestros cumpleaños. Me ha pasado (sonríe). Entonces, se hablará en paralelo de sus vidas. Sí, ellos guardan secretos y, junto a la crisis del país, tienen que resolver sus propias crisis. ‘Gabriela’ tiene presencia en varios momentos, pero habla lo necesario y está tratando de resolver sus cosas sola, sin involucrar a nadie. Además, el GEIN era chiquito, así que en la película vemos que el Grupo Colina está detrás, tratando ‘de’. Cuando filmabas la película viajaste a Alemania para hacer ‘La cautiva’. ¿Llegaste a lidiar con esas emociones? ‘La cautiva’ ha sido un buen ejercicio para poder sentirme más plástica, para sentir emociones fuertes. Ahora me siento más en ‘training’. ¿Si es difícil que exista un personaje más intenso? Sí, por supuesto. ¿Estos dos personajes te han cambiado? Conocer lo que pasó hace que me conozca yo y aceptar un poco también mi realidad, y no renegar tanto, pues. Reniego pero digo “no, esto es una consecuencia”. Me he dado cuenta de que tengo que comunicarme mejor, comprender a las personas. Eso me enseñó estas experiencias, soy mejor ciudadana al hacer obras o películas así, sobre el tema nacional, me siento mejor persona y actriz. En televisión Los padres de Nidia Bermejo llegaron de Puno a Lima en los cincuenta. Dice que fue por eso que le interesó ser ‘Felicitas’ en la comedia ‘De vuelta al barrio’. “Hay mucho racismo en el país y hay un problema muy fuerte de identidad. Yo misma digo ‘soy de Lima pero no me siento de aquí, ni de Puno’”, cuenta y agrega que para ella, su personaje representa “la inocencia” que olvidamos los peruanos. “Abusamos del ‘yo soy vivo’ y nos volvemos egoístas”. ¿Por qué está inspirada en tu familia? En mis papás, porque no me pudieron enseñar el aimara... bueno, mi mamá me va a ‘matar’, pero no me enseñaron porque una vez escuché que decía que “la miraban ‘feo’ cuando hablaba aimara”. Decía: “Para qué les voy a enseñar a mis hijos si los van a mirar feo”. Eso le ha pasado a todos y ahí la fregamos. Hablando de consecuencias, La hora final se estrena a 25 años de la captura de Abimael, cuando hay gente involucrada en movimientos como Movadef. Nadie les debe contar la historia, cada uno debe encontrar su forma y el cine peruano está siendo una forma muy honesta. Mi convicción es hacer un personaje de una manera honesta, sin engañarles. Si ellos quieren pertenecer a un grupo, que investiguen: hay internet, libros, teatro. Creo que cada vez es más evidente qué es verdad y qué no. Ya no tenemos que taparnos los ojos y decir: “me han dicho que...” ¡No, pues!