Nueva Ley MYPE: alivios tributarios, menor carga laboral y una advertencia al Estado
El Congreso aprobó ajustes clave para impulsar a las micro y pequeñas empresas, pero experto advierte que los beneficios podrían ser aprovechados por grandes empresas. Exigen mayor compromiso del Ejecutivo en un contexto de incertidumbre comercial y apertura portuaria.
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El Pleno del Congreso de la República aprobó a mediados de mes una aclaración al texto de la Ley de Formalización, Desarrollo y Competitividad de las Micro y Pequeñas Empresas (MYPEs). Aunque la ley ya había sido aprobada por insistencia el pasado 15 de abril, se realizaron correcciones de forma solicitadas por la presidenta de la Comisión de Producción, Tania Ramírez, que no alteran el fondo de la norma.
La nueva Ley Mype será publicada en los próximos días en la sección de Normas Legales del diario oficial El Peruano.
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Tres cambios
Uno de los cambios más destacados es la conversión del gasto en capacitación en un crédito tributario. Anteriormente, las mypes podían deducir este gasto al calcular su Impuesto a la Renta (IR). Con la nueva norma, el monto invertido en capacitación reducirá directamente el IR a pagar, con un tope del 1% de la planilla anual.
Por ejemplo, si una mype gastaba S/10.000 en capacitar a su personal, solo se les descontaba el 29,5%, es decir, ahorraba S/2.950. Ahora, ese mismo gasto se descuenta directamente del impuesto a pagar como un crédito tributario, lo que significa que se puede ahorrar los S/10.000 completos, siempre que no supere el 1% de la planilla anual.
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Segundo, la nueva ley establece que las mypes dejarán de pagar la sobretasa del 35% por trabajo nocturno (entre las 10:00 p.m. y 6:00 a.m.), lo que significa que el sueldo mínimo en estos horarios será igual a la Remuneración Mínima Vital (RMV). Esta medida busca reducir el costo laboral para las mypes.
Daniel Hermoza, director de Mypes Unidas del Perú, explicó a La República que muchas mypes deben contratar personal en horarios especiales para mantener su producción durante campañas, cuando se trabaja en hasta tres turnos. Para evitar la informalidad y garantizar los derechos laborales de los trabajadores nocturnos, se eliminó esta sobretasa, que representa un sobrecosto que las mypes no pueden asumir, a diferencia de las grandes empresas.
El tercer cambio es que la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) no impondrá multas a las mypes por una primera infracción leve en materia laboral. En su lugar, se implementarán medidas educativas, como charlas y capacitaciones, con el objetivo de fomentar la corrección voluntaria y la mejora continua en las pequeñas unidades empresariales.
Dos preocupaciones
El artículo 23 de la Ley Mype establece que el Estado promoverá el crecimiento, diversificación y consolidación de las exportaciones directas e indirectas de las mypes, con especial énfasis en las regiones.
Para ello, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) implementará programas intensivos de apertura y diversificación de mercados internacionales, además de generar información actualizada sobre oportunidades de exportación y condiciones arancelarias. Asimismo, se contempla la promoción de alianzas estratégicas entre las mypes y peruanos residentes en el extranjero para facilitar el acceso a mercados internacionales.
No obstante, Hermoza, director de Mypes Unidas, se siente “preocupado” porque este marco legal corre el riesgo de ser aprovechado por grandes empresas, lo que iría en contra de la voluntad de la ley.
El dirigente empresarial afirmó que desde Mypes Unidas solicitaron a las autoridades —incluido el presidente del Congreso y el ahora exministro de Economía y Finanzas, José Salardi, con quien se reunían cada 15 días— que se tome en cuenta la opinión del sector. Lamentó que Salardi haya sido removido del cargo por “negociación política” y expresó su esperanza de que el actual titular, Raúl Pérez-Reyes, los reciba al menos una vez.
Por último está el artículo 35, que establece que el Estado, a través de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS), creará y mantendrá un servicio de información de riesgos especializado en MYPE, en concordancia con la Ley N° 27489. Esta medida busca facilitar el acceso al crédito y mejorar la trazabilidad financiera de estas unidades productivas, que muchas veces enfrentan serias dificultades para acceder al sistema financiero formal.
“Es clave porque es en los dos primeros años donde más empresas mueren por falta de capital”, señaló Hermoza, subrayando la valentía del Legislativo para actualizar una norma que había permanecido prácticamente intacta por más de dos décadas.
Sin embargo, advirtió que estos avances podrían verse debilitados por factores externos, como la guerra comercial reactivada por Donald Trump con sus aranceles, así como los desafíos y transformaciones que traerá la apertura del megapuerto de Chancay. Ambos eventos, explicó, podrían alterar drásticamente las condiciones del mercado para las microempresas si no se actúa con una política de apoyo más decidida.
Y es que a diferencia de la ley de promoción de la inversión privada —el Decreto Legislativo aprobado durante el régimen de Alberto Fujimori en 1994—, que ha sido modificada decenas de veces para “hacerla más cariñosa con la gran empresa”, la Ley Mype apenas ha sido modificada dos veces en 23 años: en 2009 y durante el gobierno de Ollanta Humala.
“¡Imagínate! ¿Eso qué te indica? Que para el Estado las MYPES no somos parte de su visión de desarrollo”, reclamó con indignación.
Lo cierto es que las micro y pequeñas empresas —que constituyen más del 95% del tejido empresarial del país— han sido históricamente relegadas en las prioridades del desarrollo económico nacional.