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Economía

Solo 4 de 10 empresarios esperan aumentar sus inversiones este año

Cautela. Menores choques externos y climáticos, además de una inflación a la baja, impulsan las expectativas de contratación y rentabilidad de empresas, pero recuperación sigue siendo lenta.

55% de los empresarios confía en mantener a sus trabajadores hasta terminado el verano del 2025, al menos. Foto: difusión
55% de los empresarios confía en mantener a sus trabajadores hasta terminado el verano del 2025, al menos. Foto: difusión

Solo el 41% de los empresarios peruanos prevé incrementar sus inversiones en activos fijos en 2024, frente a un 7% que espera que incluso disminuya su capacidad para el presente año, de acuerdo al último reporte del Índice de Confianza del Perú, elaborado por Vistage.

La evaluación, desarrollada con los 116 miembros de Vistage Perú —gerentes generales y dueños de empresas, en su mayoría consideradas medianas— durante el primer trimestre del 2024, muestra que el año empezó con una ligera recuperación de la confianza que permitió anotar un balance de 124 puntos.

“Esto supone un avance de 13 puntos frente al trimestre anterior y uno de los puntos más altos de la confianza empresarial desde que ocurrió la pandemia del Covid-19”, refiere el documento de Vistage Perú.

Sin embargo, esta recuperación no ha alcanzado para que los empresarios encuestados apuesten por ejecutar mayores capitales. Aunque el 56% señala que la economía del país estará mejor que hace un año en los próximos doce meses —incluso el 80% considera que el primer trimestre del 2024 fue igual o mejor—, el 53% adelanta que no elevará sus inversiones.

Lo que sí se recuperó hasta marzo de este año (la inflación cerró el primer trimestre del 2024 en 3,05%, muy cerca del rango meta de entre 1% y 3%) es la confianza en el consumo interno: por mucho que la mayoría de empresarios no piensa en multiplicar sus inversiones, el 78% considera que la facturación de sus empresas sí será favorable hasta diciembre.

“La expansión de la manufactura con la construcción y la minería a la cabeza, la contención de la inflación y un fenómeno El Niño menos intenso de lo proyectado son parte de las razones que explican esta valoración”, grafica el informe.

Ante la creciente incertidumbre por invertir en activos fijos, los empresarios y CEO encuestados por Vistage Perú apuestan por redirigir estos ingresos adicionales a la contratación de más trabajadores.

Solo el 15% advirtió que podría reducir sus planillas, mientras que existe un considerable 55% que, al menos hasta marzo de este año, esperaba contratar a más personal. Asimismo, se registró un 30% de empleadores que, por lo menos, garantiza no efectuar ninguna purga.

Esta estadística se condice con el 71% que esperaba que la rentabilidad de su negocio aumente para los siguientes nueve meses de año, frente a un 22% que no esperaba un mayor impacto al anotado en 2023.

Pero la primera mitad del año ya terminó, por lo que el espacio que tienen los empresarios peruanos para reactivar sus negocios o reconsiderar su riesgo de inversión es menor.

Para el gerente general de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Antonio Castillo, esta reticencia a invertir obedece a factores políticos que podrían verse compensados con un crecimiento del PBI cercano al 4% en mayo.

No obstante, considera que este crecimiento sigue estando muy acotado al sector primario —industria manufacturera—, por lo que no estima que sea “sostenido en el tiempo” mientras no se garantice el desarrollo de otros sectores con buen norte, como minería y construcción.

“La coyuntura política de abril y mayo se complicó, pero quieras o no, para las empresas el nivel de inventarios se redujo, como muestra el BCRP. Y lo ha hecho en una proporción significativa por la reducción de la inflación. Esto nos da una buena señal junto con el empleo, aunque todavía no es el adecuado”, destaca Castillo.

Mypes todavía no encuentran una salida

Mypes Unidas del Perú considera que 2024 no podrá ser peor que el año pasado, pero todavía se mantienen algunos vientos en contra como falta de trabajo formal que resta predictibilidad al consumo interno. La organización tampoco ve expectativas altas de contratación para las micro y pequeña empresas, salvo por campaña.

“A diferencia de las grandes empresas, los microempresarios miden sus expectativas según sus ingresos y volúmenes de venta. Eso aún no se ha recuperado tras una recesión muy fuerte el año pasado. Y también hay que recordar que este crecimiento viene de un año negativo, no partimos desde cero [rebote]”, señala Daniel Hermoza, director de Mypes Unidas.