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Economía

Empleo: 9 de cada 10 trabajadores independientes son informales

Brecha. La mayoría de los negocios en el Perú nacen en el seno de la ilegalidad. Ingresos promedio de este sector apenas superan la mitad del sueldo mínimo vital. Sistema financiero pone trabas a la formalización y el Estado tolera la irregularidad, advierten especialistas.

17.8 millones de personas están en la PEA ocupada: 8.4 millones son dependientes (47%) y 6.7 millones (38%) son independientes. Foto: ComexPerú
17.8 millones de personas están en la PEA ocupada: 8.4 millones son dependientes (47%) y 6.7 millones (38%) son independientes. Foto: ComexPerú

La pandemia agrandó la informalidad laboral en el Perú, y cinco presidentes después, las soluciones no llegan. Hablan los números: la recuperación del empleo, tras la paralización del grueso de actividades económicas a mediados del 2020, fue impulsada en un 81% por los informales durante nuestro bicentenario, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo.

La OIT recuerda que, con el estallido de la emergencia sanitaria, el trabajo informal se vio más afectado que su contraparte formal, por estar vinculada a sectores que tuvieron que parar intempestivamente y no fueron incluidos en los rubros esenciales, así como por lo fácil que resulta despedir a un informal y porque es “más difícil asumir periodos extensos sin actividad”.

Con sus claros y grises, el celebrado modelo logró reducir a 72,7% la tasa de informalidad laboral peruana hasta 2019; aunque, desde entonces, repuntó y se ubica ahora en 75,7%, según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) del INEI.

¿Lo bueno? Antes de pasar hambre y penurias, los peruanos pusieron manos a la obra aún con el avance del COVID-19. ¿Lo malo? La mayoría se mantiene lejos del marco legal: pese a capitalizar, no pagan impuestos y no brindan los beneficios ley a sus empleados.

Informal por defecto

De los 6,7 millones de los trabajadores independientes (38% de la PEA ocupada al 2022), el 90,8% son informales. En buen cristiano: 9 de cada 10 emprendimientos son informales, según una investigación de Omar Ghurra, especialista senior del Departamento de Políticas Estructurales del BCRP.

Rudecindo Vega, exministro de Trabajo y Promoción del Empleo, aclara que en el Perú el término “emprendedor” es un eufemismo para esconder una dolorosa realidad: el desempleo, derivado este, por la necesidad, a subempleado o informal.

A juicio de Vega, aparte de las trabas burocráticas que implican la formalización, el gran causante de la ilegalidad en los negocios nacientes es el sistema financiero, mas nadie mueve un dedo por ponerlo sobre el tapete: las tasas de créditos para los trabajadores y microempresarios, si no fuesen tan leoninas, ayudarían.

Otra prueba tangible de la falta de tino es el débil alcance de Reactiva Perú o Impulso Myperú en los pequeños negocios. Constan las decenas de noticias que este diario ventiló, amparadas en el malestar de los emprendedores por el limitado acceso a financiamiento.

“Si existieran tasas de interés adecuadas para los micro y pequeños empresarios, ten la seguridad que ellos mismos pagarían también un salario digno y darían empleos decentes. Entonces, la informalidad se reduciría considerablemente, pero a las grandes financieras nunca se las toca como causa de la informalidad”, acotó para La República.

Pocas ganancias y rubros claves

Los independientes informales se concentran más en el sector agropecuario (33%), servicios (32%) y comercio (24%).

“En la pandemia hubo mucha gente que se quedó sin chamba y tuvo que inventarse una o buscársela. No es que sea un gran emprendedor o empresario. Un ambulante es un trabajador sin mucho apoyo, así como los campesinos en el área rural. Ellos son la gran capa de informales”, explicó Rudecindo Vega.

El informe del BCRP precisa que por la baja capacidad de las economías en desarrollo de generar empleos de calidad, el trabajo independiente es un refugio para “actividades de subsistencia”, factor que genera una brecha remunerativa abismal: un dependiente gana, en promedio, S/774 mensuales más que un independiente, tanto para formales como informales.

Para ser precisos, un independiente informal percibe, como media, S/688 mensuales; mientras que el dependiente informal, apenas supera la Remuneración Mínima Vital (RMV) (ver gráficos).

¿Por qué no retrocede la informalidad?

Elmer Cuba, autor de la Propuesta IPAE “Una propuesta de formalización laboral”, alega que entre las causas de la elevada informalidad laboral está la fijación de la RMV, ya que “no ha hecho posible que muchos trabajadores entren a la formalidad pues, mientras sus salarios aumentaban, eran alcanzados por nuevas regulaciones”.

Para el también socio de Macroconsult, debe regir un único régimen general y progresivo del Impuesto a la Renta con una tasa del 30% para no afectar al fisco, equiparándola con la tasa marginal a las rentas del trabajo. Para pequeñas bodegas y establecimientos, seguir con el Régimen Único Simplificado (RUS).

El Perú, comparado con Chile hasta en el balompié, también goza de buena reputación macroeconómica con el modelo neoliberal de hace tres décadas; sin embargo, en el vecino del sur, la informalidad está por debajo del 30%. 

Vega considera que, la estructura del mercado encamina a la informalidad, y desde el Estado, poco o nada se ha hecho para reducir el problema, como explicó, gestado por las trabas financieras y burocráticas. Considera que se carece de voluntad y solo se apuesta por soltar dinero sin llegar a un norte claro.

La palabra

Rudecindo Vega, exministro de Trabajo y Promoción del Empleo

“Tenemos una estructura que orienta a la informalidad. Incluso dentro del Estado. Se habla de sobrecostos laborales, pero nadie de la financiera: si hubiera tasas de interés adecuadas, la informalidad se reduciría”.

larepublica.pe
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