Fernando Cuadros: “Hay margen suficiente para subir la remuneración mínima vital en el país”
Entrevista al exviceministro de Promoción del Empleo, quien señala que en los últimos 4 años hubo cierta mejora en la productividad económica y “debe ser trasladada a los bolsillos de los trabajadores”.
¿Es buen momento para deliberar sobre sueldo mínimo?
Sí, porque se dio una recuperación económica importante. Se proyecta que el PBI haya crecido 13% en el 2021, lo cual indica una recuperación importante, tras una caída de 11% en el 2020. Incluso se superó niveles del PBI del 2019. Y esto ha ido con recuperación del empleo adecuado, del empleo formal, y del nivel de ingresos en determinados sectores. Hay mérito del Gobierno en su política fiscal complementada por la política monetaria del Banco Central de Reserva. Pero también es importante señalar que hay otros indicadores económicos que nos dan margen para el incremento de la RMV, como la caída del poder adquisitivo a partir de la inflación, no solo en el 2021, sino también la acumulada desde el 2018, que fue el último periodo donde se elevó el sueldo mínimo. Hubo pérdida de compra importante de los trabajadores que tiene que ser repuesta a través de la política salarial, en este caso, de un incremento del sueldo mínimo.
Desde varios frentes dicen que esta cifra de 13% de crecimiento en el 2021 es solo un rebote. ¿Qué opina usted?
En buena parte hay un efecto rebote, evidentemente. Pero hay también recuperación de lo que fue el 2020. También es cierto que en los últimos meses del 2021 se observó que el nivel del PBI estaba por encima del registrado antes de la pandemia, del 2019. No es solo un rebote. Es muy importante porque hay que recuperar todo lo perdido, como base, pero también hubo mejora en la economía, incluso en niveles prepandemia. Eso se ve en las cifras.
¿Dice que se generó empleo adecuado debido a la recuperación económica?
En el 2020 se llegaron a perder casi 7 millones de empleos, y dentro de ellos más de 3 millones de empleos adecuados, empleos formales y se cayeron los ingresos. Lo cierto es que ya desde el segundo semestre del 2021 se vinieron recuperando paulatinamente estos indicadores. Se ha ido reduciendo la pérdida de empleo adecuado, empleo formal, en la línea de la mejora de la economía. Si bien es cierto que hay mejoras pendientes, en términos agregados sí hubo recuperación importante en la economía y también en el empleo.
¿Por qué es importante tomar en consideración lo señalado por la ministra de Trabajo, Betssy Chávez, de ponerse de acuerdo desde esta quincena para subir el sueldo mínimo?
Hay un contexto de crecimiento de la economía, proyectado en 13% para el 2021, que superó las proyecciones. Adicionalmente, en los últimos cuatro años hubo cierta mejora en la productividad económica, de las empresas, de los trabajadores, y evidentemente debe ser trasladada al bolsillo de los trabajadores que son parte del proceso de producción. Estos dos criterios adicionales también muestran que hay margen suficiente para subir la remuneración mínima vital en el país.
¿En cuánto debería subir?
Si utilizamos como referencia el mecanismo técnico aprobado por el Consejo Nacional del Trabajo, por empleadores, trabajadores y el Estado en el 2007, estrictamente, tomando en cuenta variables como inflación y productividad, actualmente el salario mínimo estaría en torno a S/ 1.200. Hay cierto margen para el incremento, y podría ubicarse entre S/ 1.000 y S/ 1.200 como máximo, pero hay que tomar en cuenta la gradualidad del posible incremento para que no tenga mayor impacto negativo, sobre todo en las microempresas formales, que pagan salario y que están más cercanos al mínimo.
Desde el sector de derecha, se dice que subir el sueldo mínimo haría imposible contratar más trabajadores. ¿Esto es así?
Hay un determinado enfoque económico que está en contra de subir el salario mínimo, e incluso no cree que debe haber salario mínimo, porque supuestamente debería ser por interacción de oferta y demanda laboral, pero la evidencia internacional nos demuestra que, en el aspecto del salario mínimo, depende mucho del contexto y de los criterios a tomar en cuenta. En el Perú, para el periodo del 2004 a la fecha, se dieron sucesivos incrementos del salario mínimo, los cuales no generaron mayor informalidad laboral, ni desempleo, ni menor cobertura del salario mínimo.
¿No hay efecto contrario?
La realidad nos muestra que, en términos agregados, si el incremento se da en un contexto de crecimiento del PBI y si se toman criterios técnicos como inflación y productividad, y no se va más allá de ello, no genera un efecto negativo en el mercado de trabajo.
¿Cuáles son sus recomendaciones para posibilitar inversión y generación de empleo?
Uno, tiene que ver con seguir dinamizando la inversión pública. El 2021 se alcanzó un récord anual de inversión pública en el país, con una ejecución importante, por encima del 80% en varios casos, pero aún hay un poco más que hacer, en seguir capacitando a los gobiernos regionales para que gestionen mejor los recursos, elijan buenos proyectos, productivos, y que concluyan en plazos razonables. Además evitar tener inflación por corrupción. Eso es importante para seguir mejorando la ejecución de la inversión pública. Son elementos centrales seguir dinamizando la inversión pública para generar infraestructura productiva, que a la vez contribuya a generar productividad y seguir generando empleos formales.
Pero esto no es suficiente.
Hay que seguir generando confianza para que la inversión privada despegue. Es fundamental para el Perú, para cualquier país, en el sentido de que se debe mejorar la productividad y generar empleo de calidad. Lo otro tiene que ver con seguir fortaleciendo el gabinete con designaciones adecuadas, ministros técnicos, especialistas en sus sectores, con el perfil profesional adecuado, con experiencia y una hoja de vida intachable. De nada sirve personas que no cumplen con el perfil. Es lo fundamental para, en el enfoque del gobierno, atraer mayor inversión.
¿Y cómo debe ser esta inversión en el sector privado?
Tiene que ceñirse a las más estrictas reglas en lo ambiental, laboral y social. No se trata de invertir por invertir, se trata de que genere empleo de calidad y no perjudique al país en aspectos sociales y ambientales y se sigan rompiendo las reglas laborales.
¿Qué nos dice la solución del conflicto en Las Bambas?
Eso generó más confianza en el sector minero y mostró que el Gobierno tiene capacidad de solucionar conflictos de este tipo, a la par de reactivar las operaciones de la mina.
¿Y en materia de empleo?
Será importante fortalecer el programa Trabaja Perú del Ministerio de Trabajo, pero también dotar de incentivos para generar empleo formal, y ello implica una reforma laboral estructural que nos lleve a una nueva ley general del trabajo que reequilibre las relaciones laborales entre empresas y trabajadores y dar empleo de calidad, y generar empleo formal.
En días en los que trasciende que la primera ministra Mirtha Vásquez se va del Ejecutivo, su gestión logra apaciguar los ánimos en el corredor minero y permitir operar a Las Bambas. Foto: PCM
