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Economía

Reactivación: el nuevo rostro de la Navidad

Resistir. Ha sido una año largo para los peruanos, y una Navidad distinta en la mesa de cada hogar. Pero la unidad familiar, el trabajo honesto y la vacunación empiezan a dar sus frutos para un promisorio 2022. Estos casos de emprendimiento así lo demuestran.

Crochet. Cindy Julca potenció su negocio en pandemia. Foto: Antonio Melgarejo / La República
Crochet. Cindy Julca potenció su negocio en pandemia. Foto: Antonio Melgarejo / La República

Como cada año, los peruanos hicieron un último esfuerzo para nutrir su árbol de Navidad.

La paz de la hilandera

Cuando Cindy Julca concibió su primer negocio, no tuvo una visión más acertada que honrar a su natal Coina, La Libertad, desde donde llegó hace unos diez años para florecer su profesión.

Psicóloga de carrera, ella y su madre Elena iniciaron así su tienda de arte y manualidades Coinina, dedicada a la confección y venta de productos tejidos a mano, con una calidad de punto que les permitió sobrellevar airosamente el confinamiento. Emprender fue la clave.

Desde que en 2016 dieran sus primeras puntadas –por consejo de un familiar, que vio potencial en sus manos–, han logrado instalarse en plataformas digitales y convertirse en proveedoras de tiendas dedicadas a los regalos por correo. Como se recuerda, las reuniones presenciales se vieron limitadas.

“Honestamente, pensé que iba a bajar, pero seguimos con clientes en Trujillo y Lima. En Navidad podemos colocar más de 60 o 70 productos”, narra.

Al inicio de la pandemia, el transporte representó un verdadero desafío, pues no todos los carteros llegaban hasta la zona norte de Lima. Sin embargo, ello se resolvió con el desarrollo de aplicativos. En efecto, según la Encuesta Permanente de Empleo de INEI, en el trimestre móvil setiembre-octubre-noviembre del 2020, 46.000 limeños se dedicaron al servicio de delivery en Lima metropolitana, 24% más que en 2019. Y eso, hace un año.

El desarrollo de la inversión privada también ayudó a Coina, pues empresas que brindan correspondencia a nivel nacional se instalaron en Puente Piedra. No fue la única vez que el destino le sonrió: terminó sus estudios y empezó también a ejercer de psicóloga en pandemia.

“Nos encanta tejer, porque esto no lo empezamos por dinero, sino porque es una actividad que nos trae paz”, revela.

Una sonrisa en Navidad

Los casi 20 años en el mercado que el mimo Gimpa tenía cuando llegó el virus le sirvieron a Iván Inga, su creador, para reconocer en la perseverancia y la sólida unidad que solo la familia puede dar la llave del éxito.

Apremiado por el déficit de eventos, surgido a partir del primer confinamiento de marzo del 2020, Gimpa incursionó en otros mercados ligados al sector de alimentos, hasta que el alivio de medidas dictaminadas por el Gobierno amainó y pudo reactivarse, aunque no en su totalidad hasta hoy. De 7 u 8 shows semanales, a nivel nacional y con servicios corporativos, pasó a dosificar contratos para garantizar la estabilidad de su hogar.

Según sus propias proyecciones, él se encuentra a no más del 30% de servicios colocados frente al 2019, a razón de los temores en torno a las nuevas variantes entre su público objetivo. Gimpa admite que una asociación o sindicato de artistas de su rubro podría ayudar a exponer las problemáticas del sector. Más aún, porque los mimos “son pocos en el Perú”.

Gimpa

Gimpa

Precisamente, desde hace unas semanas el Ministerio de Cultura alista una nueva ley del artista, junto a la Unesco, que busca, en palabras de la ministra Gisela Ortiz, crear un fondo social de pensiones que puedan requerir los trabajadores de la cultura a cierta edad o después de haber ejercido cierto tiempo; además de salud pública, como parte del proceso de reactivación económica del sector.

Debido a que la emergencia le dio más tiempo de maniobra, Inga decidió también iniciar su segundo proyecto personal: el lanzamiento de su cerveza artesanal Tío Bigotes -como para redondear cualquier servicio integral de eventos- y, por ahora, afina la receta de su corpulenta ‘Pale Ale’ con miras a obtener el ansiado registro sanitario.

Con todo, Gimpa y un grupo de amigos se dieron tiempo esta Navidad para llevarle alegría a un albergue de niños en el norte de Lima, quienes, tras una larga espera, vivieron su primer show desde que inició la pandemia. Como dicen, la sonrisa también es lo último que se pierde.

Claves para potenciar las ventas online

Antes de la pandemia, solo 1,5% de las empresas en el Perú desarrollaron sus primeros canales digitales. Para 2021, la cifra creció a 5%.

Para elevar las ventas en este canal, se recomienda potenciar la estrategia en redes sociales dado que hay 19,9 millones de cibernautas en nuestro país, comenta Gerhard Rost, director de Marketing en Kimberly-Clark para Perú, Bolivia y Chile.

Además, es clave agregar valor en los contenidos, ahondando en los beneficios y soluciones de problemas aparte de la venta y mantener una comunicación bidireccional con los usuarios. “De esa manera, las compañías crean lazos sólidos en base de confianza y transparencia, y fortalecen su reputación y credibilidad”, anota Rost.

Las cifras

671.00 empleos formales aún no se recuperan en la capital, respecto al 2019.

52 % trabajadores informales atrasaron sus pagos a junio, según Wiego.

Periodista de prensa escrita y digital, graduado en la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV). Actualmente, en La República, donde escribe sobre economía, con énfasis en hidrocarburos, minería y conflictividad social.