Economía

¿Qué implica el pase a positivo en las expectativas empresariales?

Pulso a la economía. Expertos consultados consideran bueno para el país el cambio del sentir empresarial porque refleja la gradual recuperación de la economía del país. Sin embargo, aún falta más por hacer.

Hay consenso de que empresas deben contribuir a mejorar la sociedad. Foto: difusión
Hay consenso de que empresas deben contribuir a mejorar la sociedad. Foto: difusión

Expectativas y la necesidad de mirar las trayectorias

Kurt Burneo Farfán, exministro y de la Producción.

Revisando los datos de la encuesta de expectativas macroeconómicas a octubre que mensualmente aplica el BCRP, en el caso de la mirada de los empresarios sobre la situación económica en general a 3 meses mejoró de 35 a 43 puntos entre setiembre y octubre; y la expectativa a 12 meses lo hizo de 45 puntos a 51 puntos, ubicándose en el tramo optimista.

Al respecto si miramos puntualmente los números señalados de octubre versus setiembre hay una mejora de las expectativas, pero estos números no se deben mirar puntualmente en cada mes sino se debe observar la tendencia y si miramos de julio en adelante esta es bastante errática.

Por otro lado, el optimismo estaría más evidenciado para en un año que para los próximos 3 meses, lo cual revelaría el menor optimismo relativo a los meses inmediatos, con lo cual estarían anticipando algunos nuevos eventos generadores de incertidumbre y/o la aún no resolución de situaciones anteriores generadoras de esta.

Al final, el cese de la confrontación Congreso-Ejecutivo y anuncios claros de política económica plausible ayudarían mucho por el lado político y económico respectivamente para lograr una sostenida mejora en la confianza empresarial.

Expectativa empresarial: ¿Primavera o tendencia?

Eduardo Recoba, economista, corresponsal de iForex

De los 7 discriminantes que sondea el Banco Central para la construcción de expectativas de los “decisores”, todos –al 31 de octubre– han registrado una señal positiva para sus estimaciones; en la encuesta previa, todos los filtros cayeron.

En la trayectoria de la opinión destacó la extinción de un gabinete “radical”, cuyo punto culminante fue un discurso lenguaraz en torno al mantra “estatización versus nacionalización” y sus austeros cuadros ministeriales; siendo reemplazado por el gabinete Mirtha Vásquez de espacio “más democrático”.

La expectativa se vio fortalecida con un dólar parcialmente domado en una horquilla entre 3,99 a 4,01 unidades por divisa estadounidense, tras un techo de 4,14 unidades.

La transmisión de señales claras hacia los mercados provoca un mejor entorno en función a las expectativas de la economía y la gobernabilidad así como de los negocios; no obstante, el tono animoso de la poll puede ser una “primavera” tras cien días de desorden.

Con el “cerronismo” aún vivo, un Congreso con vocación antidemocrática, contramarchas en materia económica (reforma tributaria mal comunicada) y una parsimoniosa curva de aprendizaje del presidente Pedro Castillo, ¿se terminará esta “primavera” en el próximo sondeo? Veremos.

Signos alentadores pero hay más por avanzar

Armando Mendoza, economista

La reciente mejoría de los indicadores de expectativas empresariales es un hecho positivo, que refleja la gradual recuperación de la economía. Esto se complementa con los indicadores de actividad; como consumo de electricidad o importación de bienes de capital; los cuales también evolucionan favorablemente y están ya en niveles superiores a los previos a la pandemia.

Esta situación, aunque satisfactoria, no puede dar lugar a la complacencia. Los próximos meses serán críticos para apuntalar la recuperación económica y social. Mucho dependerá de la situación sanitaria, siendo clave consolidar el proceso de vacunación. Asimismo, es esencial que la mejoría de las cifras macroeconómicas se refleje más en la economía de las personas. Finalmente se está recobrando el empleo adecuado, pero aún estamos muy por debajo de los niveles del 2019. Tomará tiempo y esfuerzo recuperar lo perdido.

El mayor desafío es cómo lograr una recuperación económica que no sea un mero volver al pasado. La pandemia nos dejó lecciones dolorosas y trágicas que no se pueden olvidar. Ello incluye la necesidad de reformas estructurales de fondo; tributaria, de salud, agraria, entre otras; que realmente signifiquen un cambio en la vida de los peruanos. Ese es el desafío principal.

Ligero optimismo sobre la evolución económica

Jorge Guillén, profesor asociado de la Universidad ESAN

En octubre las expectativas empresariales tuvieron un ligero repunte respecto al mes anterior. El índice registró 50,97, lo que implica que hay un ligero optimismo sobre la evolución económica. Recordemos que este índice cayó en junio a 47, contrastando con los dígitos de 60 durante el periodo del presidente Sagasti. En su mejor momento, este índice de expectativas alcanzó los 70 puntos con el presidente Kuczynski y en el 2010 llegó a más de 80.

Es justamente con el actual gobierno y la incertidumbre política generada en su entrada que tenemos los índices más bajos de expectativas, y es posible que la salida del premier Bellido haya permitido en octubre mejorar ligeramente la confianza del empresariado. El índice de confianza empresarial va de la mano de manera inversamente proporcional con la evolución del dólar. Es decir, cuando la confianza aumenta, el dólar cae. Cuando el clima político se tornó muy álgido, el dólar llegó a más de S/ 4 y luego cuando el ambiente político se tornó favorable, el dólar empezó a bajar.

El gobierno de Castillo al parecer optó por moderar sus planes de gobierno, combinado con muchas indecisiones en el plan estratégico del país. Ello implicaría que las previsiones apunten a S/ 3,8 por dólar para fin de año, con unas expectativas empresariales que estén alrededor de 40-50.

Pedro Castillo visita el Congreso de la República

El dato. Es la primera vez que Pedro Castillo visita a la presidenta del Congreso. María del Carmen Alva lo acompañó a la salida y abandonó la escena rápidamente. Foto: Félix Contreras/La República

Preocupa el índice de situación actual del negocio

Javier Zúñiga Q., exdecano de la Facultad de Economía U. de Lima

Los últimos resultados de las expectativas empresariales elaborados por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), al mes de octubre, muestran una mejoría en los siete índices que la componen; no obstante, solo dos de los siete índices han regresado al rango optimista; es decir, por encima de los 50 puntos.

Es importante indicar que el índice de ventas respecto al mes anterior (50,6) y de expectativas de la demanda a 3 meses (53,6) son esos dos indicadores en rango optimista, mientras que los índices de inventarios (48,1), órdenes de compra (48,3), situación actual del negocio (49,1), expectativas de la economía (42,5) y del sector (48,7) se mantienen en el rango pesimista, en la encuesta de expectativas empresariales del Banco Central de Reserva del Perú.

Los resultados positivos en cuanto al índice de ventas y de la demanda responden al factor estacional de las fiestas navideñas que, por ejemplo, con meses de anticipación los comerciantes adquieren productos para poder venderlos durante los meses previos a la Navidad.

La preocupación recae en la evolución del índice de la situación actual del negocio que, con 49,1 puntos, es el único indicador que se mantiene en el rango pesimista desde febrero del 2020, mes en el que su puntaje fue de 52,2.

Implementar feriados largos, una muy buena medida

Carlos Canales, presidente de la Cámara Nacional de Turismo

Las expectativas eran malas. Esperábamos entre a cinco y seis millones de viajeros nacionales para fin de año. Sin embargo, la implementación de los feriados largos por parte del Gobierno ha sido una muy buena medida.

Esto ha hecho que se incremente la cifra que teníamos pensada y lleguemos a 10 millones de turistas a fin de este año, teniendo en cuenta los feriados que se vienen como el 8 de diciembre y el de Navidad.

Esto representa unos 800 millones de dólares en ingresos para el país hasta diciembre del presente año. Pero la diferencia es muy grande comparando con el año 2019 en el que hubo 48 millones de viajeros.

En cuanto al turismo receptivo las cosas están muy mal. En 10 meses hemos tenido la visita de 220 mil extranjeros y solo el 15% va a Macchu Pichu. Antes de la pandemia, teníamos 380 mil turistas en un mes. Es un gran retroceso.

Si queremos superar los 300 mil turistas –que es nuestra previsión para fin de año–, la única forma es abrir fronteras. Hoy en día el único punto de ingreso al Perú es mediante el aeropuerto Jorge Chávez.

Normalmente eran un millón y medio de turistas los que entraban por las fronteras como Tacna, Puno, Tumbes e Iquitos. Hoy en día todos esos pasos de ingreso están cerrados. No entran personas, solo mercancías.