Francia pone el fin definitivo a la explotación de hidrocarburos en el mar
Una ley del 30 de diciembre de 2017 impide la concesión de nuevos permisos para la búsqueda y la explotación de yacimientos de petróleo o de gas en el subsuelo marino.
El Gobierno francés anunció este jueves el fin definitivo de la prospección y la explotación de hidrocarburos en los fondos marinos bajo su soberanía con la retirada de unos permisos en aguas del índico, en torno a Madagascar.
En un comunicado conjunto, los ministros de la Transición Ecológica, Elisabeth Borne, y de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, indicaron que se niegan a prolongar el permiso Juan de Nova Maritime Profond en aguas jurisdiccionales francesas frente a las islas Eparses, en el canal de Mozambique que separa Madagascar del continente africano.
Eso significa que ya no habrá ningún otra prospección en aguas francesas después de que el pasado año terminó la actividad la última zona donde se habían llevado a cabo, frente a las costas de la Guayana francesa, en el Caribe.
Una ley del 30 de diciembre de 2017 impide la concesión de nuevos permisos para la búsqueda y la explotación de yacimientos de petróleo o de gas en el subsuelo marino dentro de la estrategia francesa para limitar el calentamiento climático a un nivel compatible con los objetivos que se fijó la comunidad internacional en los Acuerdos de París (entre 1,5 y 2 grados más en el horizonte de 2100).
Dentro de esa estrategia, Francia se ha propuesto disminuir el consumo de energías fósiles (que generan emisiones de efecto invernadero) en un 40 % para 2030 con respecto al nivel de referencia de 2012.
En la programación plurianual de la energía para el decenio 2019-2028 se pretende reducir el consumo de petróleo en un 19% para 2023 y en un 34% para 2028 en relación con 2012.
En ese contexto, se ha fijado 2040 como fecha límite para la comercialización de coches con motores de explosión (gasolina o diesel) para incitar a los fabricantes a favorecer la innovación con soluciones alternativas.
Con su ley de 2017, Francia se convirtió en el primer país del mundo que se dotaba de un instrumento legislativo que proscribe la búsqueda y explotación de hidrocarburos.
Esa norma prevé, entre otras cosas, que no se renovarán los permisos existentes (quedan pozos en tierra) más allá de 2040.