Los desafíos de Boric
El izquierdista Gabriel Boric asumió el viernes como nuevo presidente de Chile –el más joven de su historia– y tiene ante sí el reto de lograr “transformaciones profundas” como prometió en campaña.
Chile vira hacia la izquierda y Gabriel Boric será el conductor de ese cambio de rumbo que plantea reducir la desigualdad como respuesta a las demandas que dispararon las protestas de octubre de 2019. El ahora presidente de Chile, el más joven de su historia con 36 años, llega al cargo en medio de la expectativa de los sectores más pobres.
Y aunque la esperanza en que las grandes transformaciones económico-políticas para cerrar la brecha de la desigualdad son posibles, no va a ser fácil lograrlo. Boric tiene varios desafíos que enfrentar y para ello deberá ser “un equilibrista”, según los analistas. Por lo pronto, su gabinete tiene mayoría de mujeres y se define feminista. Estos son algunos de los retos que deberá enfrentar.
1. Los cambios económicos que vienen
Las propuestas de Boric en el ámbito económico comprenden una reforma tributaria para elevar los impuestos a las grandes empresas y que eso ayude a financiar las promesas de campaña: reajustes salariales, cambios al sistema de pensiones y al de salud. Su plan necesita de muchos fondos, pero con la pandemia de la COVID-19 y la crisis económica global, tendrá un presupuesto fiscal ajustado y poco margen de maniobra.
“Si quiere financiar los derechos sociales, no basta con subir la tasa impositiva; necesitas crecer. Y eso será un enorme desafío”, explica Cristóbal Bellolio, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez.
La reciente guerra Rusia-Ucrania también es un problema porque Chile no produce petróleo. “Será crucial la relación que el mandatario establezca con el empresariado”, advierte la BBC. Boric ha enviado el mensaje de que los cambios y transformaciones tendrán como eje la “gradualidad y responsabilidad fiscal”. “Boric deberá sincronizar un programa radical pero moderado y gradual en su ritmo de implementación”, dice Juan Pablo Luna, profesor del Instituto de Ciencia Política de la Universidad Católica.
2. Maniobras en la arena política
En este ámbito, el nuevo presidente chileno deberá tener muchos reflejos políticos para contener a la oposición y mantener el apoyo del frente de izquierda que lo respaldó en la campaña porque no tendrá mayoría en el Congreso. Él lo sabe. “Los avances van a requerir acuerdos amplios, no queremos desbarrancarnos ni arriesgar lo que cada familia ha luchado con su esfuerzo”, afirmó tras su victoria sobre Antonio Kast.
Respaldo. La juventud chilena y sectores progresistas aguardan con expectativa la gestión de Boric. Foto: AFP
También tiene en el horizonte la nueva Constitución que una Asamblea Constituyente está escribiendo y que presentará en julio para ser aceptada o no en un plebiscito. Él respaldó ese proceso y le convendría que se apruebe, pero no es seguro: la derecha dice que el documento tiene “afán refundacional” y desde la asamblea dicen que esos ataques “solo buscan desprestigiarlos”.
A este tema se suma el estado de emergencia en la “macrozona sur” con lo que llaman el conflicto mapuche. La zona fue declarada en emergencia por Piñera. “Muchos estarán observando lo que un gobierno de izquierda puede hacer en esta materia”, le dijo Pamela Figueroa, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Chile a la BBC.
3. ¿COVID-19 es aún un problema?
En Chile, los casos de COVID-19 han aumentado en las últimas semanas. De acuerdo con cifras oficiales del gobierno, en los últimos días se han registrado más de 18 mil casos diarios, con más de mil pacientes que ocupan camas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
En los dos días previos a la toma de mando, 200 personas perdieron la vida por el virus. Boric ahora está del otro lado del mostrador y, aunque durante el mandato de Piñera exigió medidas restrictivas, ahora deberá mantener el equilibrio entre las medidas de cuidado y la reactivación económica.
Otro asunto en el que debe estar a la altura de Piñera es en mantener el ritmo de vacunación, uno de los más veloces de la región. Y, al igual que el resto de países vecinos, también tiene por delante el retorno a clases presenciales. Un aliado suyo, Antonio Jadue, no concuerda con él en el retorno de los escolares. “Nadie puede obligar o imponer a padres, profesores ni estudiantes a que asistan a un colegio si no están todas las medidas de seguridad”, ha dicho Jadue. En este tema, Boric tiene que hacerlo bien, porque la comparación será con su antecesor.
