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¿Cuánto tiempo puede estar la comida fuera del refrigerador?

Es bueno poner a refrigerar los alimentos que no consumes, como la pizza, el arroz o lo que quedó de tu almuerzo; sobre todo, en estaciones con altas temperaturas. 

Las bacterias tienden a crecer en la comida sin refrigeración. Foto: composición LR/Ecommerce News/Flick
Las bacterias tienden a crecer en la comida sin refrigeración. Foto: composición LR/Ecommerce News/Flick

Todo tipo de alimento tiene un tiempo límite en el que puede ser consumido sin afectar a tu salud. Sobre todo, la comida que ingieres al momento del desayuno, almuerzo o cena. Ya sea el pollo a la brasa que compartiste con tu familia, el lomo saltado que compraste en el restaurante o las sobras de la última merienda del día, es necesario colocarlo en la nevera para que no se malogre. ¿Cuánto tiempo puede estar sin refrigeración? Entérate en esta nota.

El tiempo que puede estar la comida afuera del refrigerador

Según lo investigado por ABC, las bacterias comienzan a crecer en la comida a partir de las dos horas sin refrigeración. Por este motivo, los alimentos deberían estar un máximo de ese tiempo fuera del frigorífico para que puedan ser consumidos posteriormente. En épocas con mucho calor, se recomienda dejarla afuera tan solo una hora.

 En verano o en días con mucho calor, los alimentos no deberían estar sin refrigerar más de una hora. Foto: DepositPhotos

En verano o en días con mucho calor, los alimentos no deberían estar sin refrigerar más de una hora. Foto: DepositPhotos

Una terrible bacteria podría crecer en tu comida si no la refrigeras

Una gran variedad de bacterias tienen más probabilidades de crecer en los alimentos no refrigerados. Tal es el caso del estafilococo áureo, el cual es muy dañino para tu salud, conforme con Philip Tierno, profesor de microbiología y patología de la NYU School of Medicine.

"El estafilococo áureo puede producir enterotoxinas, las cuales te pueden causar gastroenteritis en cuestión de media hora o cuatro horas", explicó Tierno.

 Vista microscópica del estafilococo áureo. Foto: ELIKA

Vista microscópica del estafilococo áureo. Foto: ELIKA