¿Por qué no es recomendable guardar las verduras en bolsas de plástico dentro del refrigerador?
Muchas personas suelen colocar las verduras en el refrigerador sin retirar las bolsas, pensando que esta acción hará que los alimentos tengan una mejor conservación. Pero ¿qué es lo que ocasiona en realidad?
Las verduras son parte esencial de una dieta saludable, por lo que es importante que se mantengan bajo una correcta conservación. Si bien muchas personas suelen guardarlas en el refrigerador sin retirar las bolsas de plástico en las que son vendidas, esto sería un grave error, ya que posibilitaría que se estropeen más rápido.
Para evitar esto, hemos recolectado un par de consejos y trucos caseros que te permitirán conservar por más tiempo tus verduras de una forma correcta, y no termines botándolas a causa de una contaminación cruzada.
¿Cuál es la forma correcta de guardar las verduras?
La mejor forma de guardar tus verduras en el refrigerador es en recipientes de vidrio o plástico, pues, al estar sellados, retrasará la descomposición de los alimentos y evitará la contaminación cruzada. El uso de bolsas de plástico hará que se acumule humedad, lo que acelera la aparición de bacterias.
¿Cómo conservar las verduras?
Según la reconocida nutricionista Estefanía Beltrami, muy popular en TikTok, siguiendo los siguientes trucos caseros lograrás que tus alimentos se conserven en buen estado al menos por una semana.
- Lava los vegetales con abundante agua para eliminar todo residuo de tierra
- Deja remojando los vegetales en recipiente con un litro de agua. Para desinfectar las hortalizas, el MIinsa recomienda añadir tres gotas de cloro (por cada litro de agua)
- Deja remojar por media hora
- Transcurrido el tiempo, escurre bien los vegetales. Si cuentas con un centrifugador, te será de gran ayuda o, de lo contrario, utiliza papel toalla para que no quitar la humedad
- Finalmente, almacena en un recipiente grande. Utiliza papel toalla e intercálalo para quitar la humedad de los alimentos.
Las frutas y verduras deben ser lavadas y luego guardadas en táperes de plástico o vidrio. Foto: Cocina vital