Damián Szifron: “Lo difícil de filmar en EE.UU es mantener tu identidad"
El director argentino habla de su retorno al cine con Misántropo y su ingreso a Hollywood.
En 2014, el director argentino Damián Szifron hizo historia en el cine latinoamericano con la película Relatos salvajes, protagonizada, entre otros, por Ricardo Darín. La cinta, que narraba historias de personas al borde del descontrol, fue nominada al Óscar en la categoría de mejor película extranjera y obtuvo una serie de premios en festivales. Hoy, después de 9 años, Szifron vuelve con Misántropo (estreno este 29), su primer largometraje para Hollywood junto con Shailene Woodley como protagonista (y productora), que interpreta a una mujer policía, quien con el FBI investiga un asesinato múltiple. La República conversó con el realizador.
Shailene Woodley. Foto: difusión
— ¿Es verdad que fue complicado encontrar financiamiento para Misántropo, debido a que aborda el tema de los asesinos en masa en Estados Unidos?
— Fue una película muy difícil de escribir, financiar, producir, aprobar, rodar, estrenar y distribuir. La dificultad estuvo de cabo a rabo y la adversidad fue un tema presente. Creo que eso nos dio fuerza y energía, no sé si por terquedad o por convicción, pero nos movía hacia adelante y nos obligaba a tomar decisiones. Creo que es una historia en la que en forma metafórica está expresando mi visión sobre una lógica corporativa, dominante. Pero creo que, a la vez, la película es un manifiesto de cómo se hizo esta película.
— Relatos salvajes era una mirada cruda y crítica a una sociedad estresada, violenta, a punto de explotar. ¿Qué es lo que expones en Misántropo?
— Estamos hablando de una misma sociedad solo que diez años antes. Lo que pasa es que el individuo de Misántropo está hábilmente entrenado, es como si Rambo fuera un personaje de Relatos salvajes; la misma sociedad, comportamiento errático, pero en este caso, la capacidad de daño de esa persona es descomunal y eso activa todos los resortes de las fuerzas de seguridad que se tienen que ocupar de ubicarlo, capturarlo y frenarlo en donde decida atacar.
— ¿Cómo ha sido dirigir y a la vez coproducir con la actriz Shailene Woodley?
— Ella es divina, una persona inteligente, amorosa, gran actriz. Desde que leyó el guion se sintió identificada con el personaje. Entrevisté muchas actrices para elegir a la protagonista y siempre me voy a acordar del almuerzo que tuvimos donde charlamos tres horas. Sentí que había una afinidad y una mirada compartida, así que fue un apoyo permanente y gran compañera. Un placer trabajar con ella.
— ¿Crees que ahora hay mucha más apertura para los actores, productores y directores latinoamericanos en Hollywood o apenas es un guiño?
— Sí y no. Apertura hay. No es tan complejo entrar al sistema de producción americano porque la cantidad de producciones y películas que se hacen año a año es demencial y necesitan gente, insumos. Desde siempre el cine americano se nutrió de directores de todo el mundo, desde el cine clásico con Hitchcock. Lo que es difícil es filmar una película en Estados Unidos manteniendo tu identidad, tus temas, tus preocupaciones, tus obsesiones y conservar el corte final de un proyecto de punta a punta. Diríamos que yo lo hice, salvo el título que le pusieron en inglés y que no me gusta. Esa es una batalla que perdí, pero la película expresa mi visión y eso no es lo normal en el cine americano.
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— ¿Cómo van los avances con Relatos más salvajes y Planeta salvaje. ¿Serán secuela de la película nominada al Óscar?
— Hay dos secuelas: Relatos más salvajes y Planeta salvaje, con la idea de rodar episodios en distintos países y hablados en diferentes idiomas, algo como la torre de Babel. También voy a hacer la película de Los simuladores que fue la primera serie que hice en Argentina, que ya tiene 20 años y que vuelve con el elenco original. Soy una persona que filma poco, pero escribe mucho, así que tengo múltiples proyectos andando en paralelo