‘Gladiador’: conoce la verdadera historia de Cómodo, el excéntrico emperador romano
A 20 años del estreno de la película 'Gladiador', te contamos la extravagante vida del emperador romano Cómodo, el último de la dinastía de los Antoninos.
Gladiador | Entre las vidas legendarias de los líderes romanos, como Nerón o Calígula, la del emperador Marco Aurelio Cómodo Antonino Augusto, nacido el año 161 d. C., tampoco se queda atrás. El último de la dinastía de los Antoninos fue conocido por su extravagancia y por bajar al anfiteatro para luchar contra los gladiadores más populares de la época.
No obstante, los hechos que marcaron su historia de vida han sido motivo de profundo estudio. Por ello, en la siguiente nota te presentamos las excentricidades de este joven emperador romano, quien fue encarnado por Joaquin Phoenix en la exitosa película de Ridley Scott, ‘Gladiador’, estrenada el año 2000.
Cómodo, el gladiador en la vida real
Según autores clásicos que escribieron sobre su vida, como Dión Casio o Herodiano, la pasión de Cómodo por la arena viene desde la adolescencia, cuando asistía a las batallas con su padre, el emperador Marco Aurelio. Durante años, el joven simuló enfrentamientos con sus ayudantes de cámara, con lo que adquirió la destreza necesaria para ser un gladiador de verdad.
De este modo, en los años que gobernó su padre, Cómodo se enfrentó como gladiador en 365 ocasiones. Era zurdo, y siempre se mostró orgulloso de ello, puesto que sentía que le daba ventaja frente a sus oponentes, quienes eran mayormente reciarios.
Tras ser nombrado emperador, gustó de demostrar su poder en las batallas llevando un manto púrpura sobre los hombros, de acuerdo a lo descrito por Dión Casio, coetáneo suyo. Ningún otro gladiador lo tenía permitido. Durante su gobierno, venció en un total de 730 combates.
Reciarios en la Anitgüedad, escena de un mosaico encontrado en Zliten (Libia). Foto: Wikiwand.
Sin embargo, Herodiano explica, en ‘Historia del Imperio Romano’, que sus oponentes le temían más a su poder que a su habilidad, ya que no veían en Cómodo a un gladiador, sino a un emperador. Por esta razón, solían dejarse ganar. Además, el autor afirma que las peleas solían realizarse con espadas de madera y que los “combates de verdad” ocurrían después.
Las locuras de Cómodo
Entre las excentricidades atribuidas a este gobernante, está la percepción que Cómodo tenía de sí mismo como Hércules, el mítico héroe griego. Además, adoraba matar animales salvajes, como avestruces, leones y panteras, frente al gran público y a punta de flecha. Para Herodiano, el punto de quiebre de su locura fue la ocasión en que acudió a la arena totalmente desnudo.
Pronto, pretendió mudarse del palacio imperial a la escuela de gladiadores. Luego, ordenó decapitar al coloso erigido en las afueras del Coliseo, y reemplazar su cabeza por una réplica en piedra de la suya, con una leyenda que versara: “Campeón de los secutores; el único combatiente zurdo en vencer a 12.000 hombres”.
Busto de Cómodo. Foto: Marie-Lan Nguyen / Wikipedia.
Dión Casio narra otras tantas extravagancias realizadas por Cómodo, al punto de que el pueblo y los senadores comenzaron a temer por sus vidas, lo cual no era descabellado, puesto que llegó a elucubrar un plan para asesinar a su público, al estar convencido de que le aplaudían irónicamente.
¿Cómo murió el emperador Cómodo?
Conforme la locura y la paranoia de Cómodo crecían, sus enemigos idearon una forma de deshacerse de él. El último día de 192 d. C., sufrió un intento de envenenamiento por parte de su amante, pero no surtió efecto.
Fue Narciso, un esclavo liberado, quien finalmente lo estranguló en la bañera hasta causarle la muerte. Dión Casio escribió: “Tal fue el fin de Cómodo, tras haber gobernado doce años, nueve meses y catorce días. Había vivido treinta y un años y cuatro meses, y con él dejó de gobernar el linaje de los genuinos Aurelios”.