En esta crítica analizaremos lo mejor, lo peor y lo intrascendente de la última película de Tim Burton junto a Disney. ,Dirección: Tim Burton Guion: Ehren Kruger (Guion original: Joe Grant, Dick Huemer) Música: Danny Elfman Fotografía: Ben Davis Reparto: Colin Farrell, Michael Keaton, Danny DeVito, Eva Green, Alan Arkin, Nico Parker, Finley Hobbins, Deobia Oparei, Joseph Gatt, Sharon Rooney, Michael Buffer, Frank Bourke, Jo Osmond, Douglas Reith, Roshan Seth, Philip Rosch, Lucy DeVito, Sandy Martin, Lars Eidinger, Zoe Scott, Bern Collaco, Zak Holland, Bernardo Santos. Puedes leer: Eva Green sobre ‘Dumbo’ Trama: Holt Farrier (Colin Farrell) cuenta con la ayuda de sus hijos Milly (Nico Parker) y Joe (Finley Hobbins) para cuidar de un elefante recién nacido cuyas orejas gigantes lo vuelven el hazmerreír en un circo que no pasa por su mejor momento. Max Medici (Danny DeVito), dueño del circo, se decepciona al saber sobre las enormes orejas del pequeño paquidermo, hasta que descubre que es capaz de volar, llevando al circo de regreso a la prosperidad. Crítica: La versión de ‘Dumbo’ en 1941 salvó a Walt Disney de una bancarrota segura. El gran emprendedor había invertido buena parte de su dinero en la llamativa ‘Fantasía’ de 1940, una cinta con gran presupuesto, pero que el público dio la espalda en su momento. Con poco dinero, pero con guion entrañable, Disney se arriesgó con una cinta que era una de las pocas cartas que tenía, pese a durar tan solo una hora, su simpleza y su ternura acaparó la mirada de todo el mundo. Dumbo se convirtió rápidamente en el símbolo cultural que es ahora y en el personaje de la infancia de muchos. Es por ello que, cuando anunciaron el remake con personajes de carne y hueso las alarmas se activaron de emoción, de incertidumbre y de molestia. ¿Se podría destruir o enaltecer una obra que ya era perfecta?. La marea se calmó cuando se confirmó la presencia de Tim Burton. El estrafalario director fue quien echó a andar una película que significaba el regreso triunfal a sus raíces. Nadie como Burton para plasmar personajes atípicos, fuera de lugar y rechazados por la sociedad. El director perfecto. Ahora que ya se ha estrenado la cinta, el resultado final ha dejado críticas divididas. Sin embargo, algo es seguro, la versión de ‘Dumbo’ del 2019 no tiene la simpleza de su antecesora. Todo lo contrario. Es una historia que tiene el mismo esqueleto, pero un cuerpo totalmente distinto. Tim Burton ha hecho un buen trabajo, pero no es la obra maestra que nos prometía. La cinta parece hecha a pedido, priorizando el mantener la fórmula familiar de Disney por delante del estilo característico de Burton. Hay secuencias que parecen haberse filmado cuidadosamente y otras por rellenar los minutos. Es reprochable el mal manejo de una escena icónica como la de: ‘Los elefantes rosas’. Era, quizás, el momento en el que Tim Burton podía mostrar el sello que lo hizo famoso, pero no. Es un acto simple, infantil y sin atisbo de talento. En la versión original es todo un espectáculo tenebroso y excéntrico, una bizarrada de Disney que ha traspasado la historia. Lo que vemos actualmente son paquidermos hechos de burbujas de jabón y mucha imaginación. El guion a cargo de Ehren Kruger, genera más preguntas que respuestas. Hay varios vacíos y escenas forzadas para incluir en la historia el elenco de humanos que se adentran al universo de ‘Dumbo’. La cinta original dura exactamente una hora. Para este mega proyecto tuvieron que completar la otra hora con material nuevo. Como ha declarado Colin Farrell: “Es un 35% remake y 75% película original”. De alguna manera, las piezas se encajan torpemente. En esta película no están los musicales de la versión de 1941, se ven reemplazadas por las historias secundarias de los nuevos personajes. Los actores se convierten en los protagonistas de una cinta en que anteriormente los animales lo eran, dejando que la única magia que haya sea el don del pequeño elefante. Ya lo demás se convierte en pura parafernalia. Algo que no se puede negar es que los momentos tristes están donde tenían que estar, donde se tiene que llorar, se llora y donde la ternura prevale la cinta lo remarca más. Acertadísimo que hayan mantenido la canción ‘Baby mine’, una de las melodías más triste de la historia del cine. Por el lado, de los actores, Danny DeVito es quién encabeza todo el elenco con un personaje casi calcado al de la animación, pero obviamente con mucho más matices y con más realismo. Por lo demás, la siempre correcta Eva Green hace gala de su elegancia en un personaje que no desentona para nada con la película. Colin Farrell nos brinda uno de los personajes más simplones de toda su carrera y Michael Keaton se convierte en una parodia de un villano sin ninguna aspiración clara. Los niños Nico Parker y Finley Hobbins son simples decoraciones para asegurarse mantener la taquilla llena de infantes. Ojo, la cinta original es para los pequeños de la casa, pero fue pensada para todas las edades; es por ello que incluyeron el alcohol, la explotación laboral y hasta una canción que hablaba sobre los excesos…Toda una genialidad para una generación que vivía aún en la Segunda Guerra Mundial. El Dumbo de nuestro tiempo es calcado al de 1941. Tienen la misma ternura, inocencia y el carisma que conquistó al mundo entero. El CGI ( Imágenes Generadas por Ordenador) cumple bien con el personaje, capturando las características físicas de manera extraordinaria. En términos generales, el pequeño paquidermo es lo mejor de toda la cinta. En resumen, la cinta no es mala, pero tampoco llena las expectativas que se esperaban. Disney se ha asegurado de no arriesgar a su personaje icónico. Felizmente, el desenlace es algo apresurado, eso sí, pero con un mensaje mucho más coherente que en la primera versión. Del 1 al 10, tiene un merecido 6 ½ . Actualmente en todos los cines.