Estos son los 5 alimentos más contaminados con microplásticos y de consumo habitual
Los microplásticos, casi imperceptibles, se infiltran en los alimentos que consumimos a diario. Cada año podemos ingerir hasta 250 gramos, el equivalente al peso de una tarjeta de crédito.
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La presencia de microplásticos en nuestra vida cotidiana ha generado preocupación entre científicos y consumidores. Estos diminutos fragmentos de plástico están presentes desde el agua que bebemos hasta los alimentos que consumimos. Aunque es casi imposible evitar su ingestión, cada vez alerta más a los expertos el impacto que podrían tener en la salud humana a largo plazo.
Según la WWF, la cantidad de microplásticos que ingerimos por semana equivale al peso de una tarjeta de crédito. El problema va más allá de los océanos, donde la contaminación afecta a los ecosistemas marinos y se ha comprobado que estos fragmentos pueden ser absorbidos por especies que luego forman parte de nuestra dieta.
La ONG ambientalista Greenpeace detalla cuáles son los alimentos y bebidas de consumo habitual en los que se detectaron microplásticos, que pueden medir hasta 5 milímetros.
La sal
Aunque es un producto esencial, la sal es uno de los alimentos más contaminados por microplásticos. Un estudio de 2023 encontró que la sal rosada del Himalaya contiene más microplásticos que la sal de mesa común. Este producto, empaquetado en plástico, también se ve afectado por la contaminación del entorno donde se produce.
Bolsitas de té
Aunque muchos creen que las bolsitas de té son de papel, la mayoría incluyen componentes plásticos. Un estudio canadiense reveló que una sola infusión puede liberar millones de partículas de microplástico en el agua, que luego ingerimos sin saberlo.

Las bolsas filtrantes están hechas de plástico. Foto: Unplash
Arroz
Según la Universidad de Queensland, por cada 100 gramos de arroz se pueden ingerir entre 3 y 4 miligramos de microplásticos. En el caso del arroz instantáneo, la cifra puede subir hasta 13 miligramos debido a su mayor exposición a la contaminación.

El arroz es uno de los acompañamientos más utilizados en las comidas. Foto: Unplash
Pescados y mariscos
Los océanos están cargados de residuos plásticos, y los mariscos y pescados que consumimos no son ajenos a esta contaminación. Al ingerir microplásticos presentes en el agua, estas especies terminan trasladando las partículas a nuestra mesa.

La contaminación marina por plásticos también afecta a las especies que terminan en nuestra mesa.
Agua embotellada
El agua embotellada es otra fuente relevante de microplásticos. Algunas marcas llegan a registrar miles de partículas por litro, y diversos estudios han demostrado que sus niveles son significativamente más altos que los del agua del grifo.
¿Cómo evitar los microplásticos en los alimentos?
Hay diversas medidas que pueden ayudar a reducir su presencia en nuestra dieta. Una de las más efectivas es optar por recipientes de vidrio, acero inoxidable o cerámica en lugar de envases plásticos, especialmente para almacenar alimentos y bebidas. También es recomendable evitar los productos precocinados y las comidas envasadas en plástico, ya que suelen contener mayores concentraciones de microplásticos.
Al preparar té, es mejor elegir hojas sueltas en lugar de bolsitas que contengan plástico. Asimismo, optar por agua filtrada o por botellas reutilizables de vidrio o acero inoxidable puede reducir de manera significativa la cantidad de microplásticos que ingerimos.


















