Científicos descubren que un dinosaurio emplumado terrestre y parecido a una gallina sí era capaz de volar
Investigadores estudiaron el fósil de Archaeopteryx de Chicago con técnicas de escaneo avanzado y revelaron detalles inéditos sobre la evolución del vuelo.
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Un equipo internacional de paleontólogos analizó un fósil de Archaeopteryx excepcionalmente conservado, una de las criaturas más famosas del mundo, que permaneció en colecciones privadas hasta 2022, y ahora se confirma que este dinosaurio emplumado pudo haber sido capaz de volar.
La investigación, liderada por Jingmai O'Connor del Museo de Historia Natural de Chicago, empleó tomografías computarizadas y luz ultravioleta para examinar detalles microscópicos del fósil de Archaeopteryx. La preservación casi perfecta del ejemplar permitió observar tejidos blandos, incluidos rastros de plumas, que no habían sido documentados en descubrimientos anteriores. Este fósil, identificado como el espécimen número 14, presenta características clave que refuerzan la hipótesis del vuelo activo en estos primeros pájaros.

Análisis del fósil de Archaeopteryx
El fósil número 14 de Archaeopteryx destaca por su estado de conservación único. Excepto por un pequeño hueso ausente en el ala, el esqueleto está completamente intacto. Gracias a técnicas de escaneo de alta resolución, los científicos descubrieron bajo luz ultravioleta estructuras de plumas secundarias, denominadas tertials, extendiéndose desde el codo hacia el cuerpo.

Nivel de detalle de los huesos de la mano del fósil de Archaeopteryx revela incluso rastros de piel. Foto: O'Connor
Estas plumas en dinosaurios resultan fundamentales para la mecánica de vuelo, ya que ayudan a cerrar los espacios entre las alas y el cuerpo, lo que evita la pérdida de sustentación. El fósil muestra una disposición de plumas en forma de abanico, un rasgo hasta ahora desconocido en otros fósiles de Archaeopteryx. Según O'Connor, estos nuevos datos no solo apuntan a la capacidad de vuelo, sino también a posibles funciones de comunicación visual, algo observado en aves actuales.
La conservación de tejidos blandos y el detallado patrón de plumaje convierten a este fósil en uno de los hallazgos más importantes relacionados con los primeros pájaros y sus adaptaciones al vuelo. El Field Museum ha puesto a disposición pública los escaneos completos, abriendo nuevas posibilidades de investigación sobre la evolución del vuelo en especies primitivas.
¿De qué manera el Archaeopteryx podía volar?
El análisis anatómico sugiere que el Archaeopteryx, aunque terrestre y de pequeño tamaño —similar a una gallina o paloma—, poseía adaptaciones específicas para el vuelo. Su húmero largo generaba un espacio que las plumas tertials cerraban eficazmente, asegurando la producción de sustentación adecuada.

Reconstrucción artística del Archaeopteryx . Foto: Michael-Rothman
En aves modernas de alas largas, estas plumas cumplen una función similar, permitiendo vuelos más eficientes. La combinación de huesos robustos, disposición de las plumas y articulaciones flexibles sugiere que el Archaeopteryx podía ejecutar vuelos activos cortos, más allá de simples planeos. "El Archaeopteryx no es el primer dinosaurio con plumas, ni el primer dinosaurio con alas. Pero creemos que es el dinosaurio más antiguo conocido capaz de usar sus plumas para volar", declaró Jingmai O'Connor en el estudio.
El fósil recién analizado no solo revive la figura del Archaeopteryx como símbolo de la transición entre dinosaurios y aves, sino que refuerza la comprensión científica sobre cómo evolucionaron las primeras capacidades de vuelo en la historia biológica de la Tierra.