Pesadillas frecuentes podrían ser alerta de enfermedad de Párkinson en hombres
Los sueños angustiosos serían uno de los primeros síntomas de este mal, sugiere un estudio en más de 3.800 varones británicos sanos.
Tener pesadillas frecuentes podría ser una señal temprana de la enfermedad de Párkinson en adultos mayores sanos, sugiere un estudio en Reino Unido que siguió el estado de salud de más de 3.800 hombres a lo largo de 12 años.
Uno de los mayores desafíos de esta enfermedad del sistema nervioso es poder emitir un diagnóstico temprano. Ello se debe a que empeora a medida que progresa en el tiempo y causa síntomas como temblores, rigidez y lentitud de movimiento,
Según Abidemi Idowu Otaiku, autor de la investigación y neurólogo de la Universidad de Birmingham, trabajos recientes han demostrado que las personas con Párkinson (entre el 17% y 78%) tienen pesadillas con más frecuencia que las personas sin la enfermedad, explica en un artículo de su autoría en The Conversation.
No obstante, aún se desconoce con exactitud si los sueños que producen temor podrían ser una alerta temprana de la enfermedad, en especial para aquellas personas que no cumplen con factores que pueden influir, como la genética o la exposición a ciertas toxinas.
Por esa razón, el estudio de Otaiku, publicado en el mes de mayo en la revista eClinicalMedicine de The Lancet, investigó la correlación entre sueños angustiosos frecuentes y este trastorno del sistema nervioso.
En el estudio, los participantes fueron consultados inicialmente por la frecuencia con la que experimentaban pesadillas. Aquellos que respondieron que sí las tenían, en promedio, una vez por semana (368 en total) fueron seguidos durante siete años para corroborar si la enfermedad aparecía o no.
Sus resultados revelan que quienes informaron tener pesadillas frecuentes al inicio de la investigación tuvieron el doble de probabilidades de desarrollar Párkinson, en comparación con quienes habían indicado tener pesadillas con menor frecuencia (menos de una vez a la semana).
Si bien las conclusiones del estudio no son definitivas —ya que no se consideró a ninguna mujer y la población de varones debería ser mayor—, Otaiku y otros científicos esperan que una señal que anticipe la enfermedad pueda conducir a diagnósticos y tratamientos más tempranos.
En tanto, el neurólogo busca ahora utilizar una técnica para medir las ondas cerebrales para estudiar las razones biológicas de los cambios en los sueños de las personas con el mal de Párkinson.